El inicio de la era Terry Pegula y de la era Rex Ryan
Hace un año los Buffalo Bills eran una de las franquicias más intranquilas de toda la NFL. El 25 de marzo fallecía Ralph Wilson, el único dueño que había conocido el equipo y el que da nombre al estadio donde juega. Desde ese mismo instante los Bills quedaban a la deriva del mercado y de los tiburones que en él habitan. Surgieron varios de ellos que, de forma más o menos sutil, amenazaban con llevarse al equipo del pequeño e industrioso Buffalo. Los más populares fueron Donald Trump y un grupo cuya cabeza visible era Bon Jovi. Sus nombres aún producen escalofríos a los aficionados de la NFL del Oeste del Estado de Nueva York.
Pero apareció Terry Pegula y su familia. Los dueños de los Buffalo Sabres, de la NHL, muy apegados a la comarca, no sólo desembolsaron más que nadie para comprar los Bills, 1.200 millones de dólares, sino que aseguraron la presencia del equipo en la zona por años venideros.
Esta temporada, además, en Buffalo se vivirá la extraña sensación de aplaudir a alguien a quien se abucheó en el pasado. Rex Ryan, exentrenador de los New York Jets se hizo cargo del equipo tras el traumático adiós del anterior entrenador, Doug Marrone, quien discutió gravemente con la gerencia y acabó dimitiendo.
A la ilusión por la llegada de los Pegula se sumó, pues, la de un renombrado entrenador como Rex Ryan. Sin embargo, en el deporte profesional las lunas de miel duran lo que tardan en llegar las primeras derrotas y pocas aficiones tan necesitadas de victorias como la de los Bills. Son el equipo de la NFL que más tiempo lleva sin oler playoffs, en concreto desde la temporada 1999 en la que perdieron frente a los Tennessee Titans en el célebre “Music City Miracle”.
Las opciones de que esa racha negativa llegue a su fin pasan por el mantenimiento de una de las mejores defensas de la liga, algo que parece asegurado con un especialista defensivo como Ryan, pero también por la mejora notable de un ataque que no acaba de encontrar su sitio. Ese ataque cuenta con figuras como hace tiempo que no podía presumir, como son el receptor Sammy Watkins y, sobre todo, el corredor LeSean McCoy.
En Buffalo han comenzado dos eras diferentes: la de Pegula y la Ryan. Es hora de que concluya la era que ha sido la gran protagonista durante tres lustros en la venerable franquicia de Buffalo: la era sin playoffs.
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Las tres claves del equipo por Gonzalo Estradé
1 La franquicia de Buffalo ha apostado muy fuerte por Rex Ryan con el objetivo de salir de la mediocridad y ser importantes otra vez en la AFC Este. Plantar cara a los Patriots es y será el gran objetivo de Ryan pero su primer paso debe ser no repetir errores del pasado y asentar las bases de un equipo que necesita un proyecto sólido y mejorar urgentemente varias posiciones.
2 ¿Cómo mejorar una defensa que ya estuvo entre las mejores de la liga en 2014? Ese es el gran reto que afronta en su nuevo hogar un especialista en defensas como Rex Ryan. Con un punto más de agresividad, esta unidad liderada por Mario Williams, Stephon Gilmore y Marcell Dareus, puede ser capaz de controlar, dominar y ganar partidos por sí misma.
3 La propuesta ofensiva pasa por el juego de carrera con LeSean McCoy como gran protagonista. El jugador llegado de los Eagles busca volver a ser el mejor runningback de la NFL y en los Bills no le faltarán oportunidades. Confían en él para reanimar un ataque que lleva mucho tiempo sin marcar diferencias, pero el rendimiento de la línea ofensiva puede lastrarle.
Lo mejor
1 La línea defensiva es una de las mejores de la NFL y será la base de toda la unidad.
2 LeSean McCoy, Charles Clay, Percy Harvin… Muchas armas ofensivas para Greg Roman.
3 Stephon Gilmore jugará en un esquema adecuado para mostrar todo su talento.
Lo peor
1 Muchas dudas en el puesto de QB. Juegue quien juegue, es el punto débil del equipo.
2 Tras la salida de Kiko Alonso, el cuerpo de linebackers se ha quedado un poco corto.
3 La línea ofensiva flaquea en varios puestos y no han llegado suficientes refuerzos.