En la primera parte el equipo castellonense se vio superado de inicio por un voluntarioso Nàstic, que ante los suyos quiso salir con determinación y ganas. Una animosidad que les llevó a generar algunas llegadas al área, de la mano de los rápidos Jean Luc y Mousa. Sus internadas y centros al área, fueron lo más destacado hasta los primeros veinte minutos. Fue en el ecuador de esos primeros cuarenta y cinco minutos cuando el equipo amarillo comenzó a tener más el balón y con ello el control del juego. Comenzaron a llegarle balones a Castillejo y Baptistao, lo que hizo que el Nástic empezará a pensar más en defender. Los detalles de ambos jugadores generaron algunas llegadas y disparos a puerta, que fueron lo mejor del Villarreal, que se mostró espeso y con poca profundidad.
Los segundos cuarenta y cinco minutos comenzaron con un penalti inocente que cometió el lateral Bojan Jokic, que transformaba De la Espada en el primer gol del partido. Un gol que pudo igualar Gerard Moreno en la siguiente jugada, pero sólo ante el portero no supo rematar.
Tras este intercambio de golpes, el partido entró en una dinámica en la que los castellonenses manejaban el juego y los locales salían a la contra con peligro. Así las pérdidas de los amarillos suponían llegadas peligrosas, mientras que estos buscaban el gol con más control del balón.
Pero las buenas llegadas al área no eran aprovechadas por Pereira y Espinosa, que no acertaron en sus disparos. Si lo hizo Manu Trigueros al empatar el partido a los setenta minutos, tras transformar un claro penalti que le habían hecho a Gerard Moreno.
Los castellonenses ya manejaron el partido hasta el final y lo hicieron con opciones de marcar en varias ocasiones, que no pudieron acertar sus delanteros en el remate. Fallos que permitieron que el partido acabara con el empate a un gol definitivo.
SAMUEL GARCÍA CON MOLESTIAS
Samuel García no pudo jugar este partido en Tarragona por unas molestias en y Bailly recibió un fuerte golpe en la cabeza.