El ambiente en la pretemporada del Real Madrid está siendo bueno en líneas generales, pero en la primera sesión del miércoles hubo un especial buen rollo entre los jugadores. Al acabar el entrenamiento, Benítez puso un último ejercicio: para irse al vestuario había que dar al larguero con el balón desde una distancia similar a la frontal del área.
El primero en acertar fue Danilo, que disparó el tercero. Poco a poco fueron dándole al larguero el resto de compañeros que se dedicaban a vacilar a los que fallaban. Cuando sólo quedaban Jesé, Odegaard y Arbeloa por golpear al travesaño con el balón, sus compañeros no dejaban de gritarles: “Os traemos la comida” o “¿Vais a esperar al entrenamiento de la tarde?”. La seguridad de la organización no dejó terminar de ver el ejercicio y quedó la duda de quién se llevó las bromas de los demás.
No fue el único momento en que se vio este buen humor. En el partidillo también sucedió. Cristiano se quejaba amargamente porque Benítez le había señalado un fuera de juego. Rafa se acercó. “¿Qué pasa Cris?”. El portugués seguía con sus gestos y parecía que había enfado... Pero no. Justo en eso momento, Cristiano se fue a hacer trabajo específico y salió aplaudiendo al estadio vacío entre las bromas del resto. Ramos también siguió con las gracias en forma de quejas arbitrales: “¡Quítate la venda, que no ves nada!”, le gritaba a Antonio Gómez tras no pitar una falta.