Teniendo a Jamaal Charles, para que agobiar a Alex Smith
Los Chiefs llevan un tiempo siendo un equipo de contrastes. Con un ataque terrestre demoledor con Jamaal Charles y uno aéreo vulgar con Alex Smith. O como sucedió el año pasado, con una defensa infranqueable contra el pase pero transformada en coladero contra la carrera. Un yin y yang en rojo y blanco, pero siempre dando la sensación de seriedad gracias a la labor de un Andy Reid, que nunca ha sido histriónico, pero que dentro de su enorme corpachón esconde una capacidad innata para hacer rendir al ciento por ciento un plantilla de football americano… pese a que quizá le falten picardía y reflejos cuando el balón está en juego.
Reid ha convertido a los Chiefs en un bloque duro, correoso y clásico. Con defensa en las trincheras y ataque terrestre letal en las piernas de Jamal Charles. Un equipo inspirado en el abecé de este deporte y al que nadie se quiere enfrentar, un rival cuya derrota nunca se puede dar por segura, aunque este año empieza la temporada con cuatro problemas que deben solucionar si quieren aspirar a ganar su división, algo que visto el estado de sus rivales debería ser asequible.
El primer problema es la retirada del safety Eric Berry, al que diagnosticaron en diciembre un linfoma de Hodgkin. Él fue una de las claves del magnífico papel de la secundaria el año pasado y no será sencillo encontrar sustituto. El segundo problema es el disgusto de Justin Houston, uno de los mejores man-eaters de la liga y una pesadilla para cualquier quarterback, pero cuya situación contractual le tiene enfrentado al club. El tercer problema es el talón de Aquiles de Derrick Johnson, que a la vez que se rompía, dejaba huérfana la defensa contra la carrera de los Chiefs. Él está de vuelta, pero no parece fácil que pueda recuperar su nivel y no han encontrado un relevo.
El último problema merece un punto y aparte. Alex Smith juega para sobrevivir y no para ganar. Ser elegido como número 1 del draft en 2005 para ser el heredero de Montana y Young ha marcado su carrera. Nunca alcanzó las expectativas de estrella, pero a partir de un momento se encontró muy a gusto como gestor del juego y ahí se ha emboscado mientras se resiste a dar un paso más lejos. Cuando le dicen que el año pasado no dio ni un solo pase de touchdown a sus receptores, replica que vale, que es verdad, pero que lanzó dieciocho a sus tight ends y corredores y esas cifras son excelentes. Porque los Chiefs quizá serían aspirantes a todo con un Alex Smith más atrevido pero también es posible que tanta osadía les pudiera salir muy cara. Que con abecé no les va nada mal.
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Las tres claves del equipo Por Pablo Fernández
1 La conexión entre Alex Smith y Jeremy Maclin debe ser más potente que la que el quarterback tuvo con Dwayne Bowe. Si Maclin no marca diferencias como Chief, el ataque aéreo va a seguir siendo previsible y carente de verticalidad. Jeremy Maclin ha supuesto una de las mayores inversiones en la historia de la franquicia y ha de responder como tal.
2 La línea ofensiva ha sido un tanto caótica desde la llegada de Andy Reid. Desde su confección hasta su rendimiento, siempre se ha empezado la casa por el tejado con esta unidad. En la tercera temporada de este staff, la OL ha de dar un paso adelante para que el cuerpo de Jamaal Charles no siga sufriendo y Alex Smith se sienta más confortable en el pocket.
3 La situación contractual de Justin Houston no debe afectar su rendimiento en el campo, ya que probablemente se pierda toda la pretemporada y no trabaje junto a sus compañeros. Sin Justin Houston, como se vió en la wild-card ante Indianapolis, no hay fiesta para la defensa de Kansas. La falta de presión al QB tendría un nefasto efecto dominó para el resto de la defensa.
Lo mejor
1 Jamaal Charles es la mitad del ataque Chief. Corre, recibe, bloquea y anota.
2 Justin Houston es el mejor y más completo pass-rusher de la NFL.
3 Arrowhead Stadium. El actual campeón y subcampeón se fueron con derrota de KC.
Lo peor
1 Pese a la vuelta de Derrick Johnson, el cuerpo de linebackers interiores es pobre.
2 Carácter perdedor: pese a tener siempre buen roster, llevan 21 años sin pasar de wild-card.
3 El miedo de Alex a lanzar en ventanas reducidas y su conservadurismo en terceros downs.