Al dejar ir a DeMarco Murray, los Vaqueros de Dallas pusieron al running back frente a una dura prueba: demostrar que, en efecto, es uno de los mejores corredores en la NFL o que sólo fue el producto de un sistema.Luego de terminar en 2014 como el líder corredor de la Liga con 1.845 yardas, Murray no fue protegido por Dallas, que dejó ir una de sus joyas ofensivas por así convenir a sus intereses.
Lo que el corredor encontrará en Filadelfia, aunque de calidad, será muy distinto a lo que disfrutó en Dallas. Murray dejó atrás a una línea ofensiva que, tras ayudarle a correr 724 yardas más que las que sumó en 2013 y a que los Vaqueros amasaran 2.354 yardas terrestres totales en 2014, fue catalogada como la mejor en la NFL.
Esa línea frontal, encabezada por el centro Travis Frederick, complementada por los tacles Tyron Smith y Doug Free y los guardias Ronald Leary y Zach Martín, fue de las más consistentes al perder sólo seis juegos la temporada pasada de manera combinada. Leary perdió un partido, en la Semana 9, y Free cinco.
En general, la línea ofensiva texana sólo tuvo un juego en el que no contó con dos de sus elementos titulares, en la Semana 9 ante Arizona, duelo que Dallas perdió y el tercero peor en producción de yardas de Murray, con 79.Esa consistencia llevó a tres linieros de los Vaqueros hasta el Tazón de los Profesionales: a Smith, Frederick y Martín, quienes jugaron los 16 partidos de la campaña regular.
En Filadelfia, Murray se encontrará con una línea ofensiva en reconstrucción cuyos miembros perdieron 34 partidos por lesión en forma combinada en 2014.
Además, dos linieros clave, los guardia Evan Mathis (izquierdo) y Todd Herremans (derecho) dijeron adiós.
Mathis, quien fue cortado por el coach Chip Kelly y aún es agente libre, perdió nueve juegos en 2014, mientras que Herremans perdió íntegra la segunda mitad de la campaña regular (ocho partidos) y emigró a Indianápolis.
Con todo y esas ausencias clave, la línea frontal de las Águilas se las arregló para abrirle a LeSean McCoy los caminos que le ayudaron a correr 1.319 yardas y al ataque terrestre amasar 1.992 (124.5 por juego) y llevar a dos miembros al Pro Bowl, el tacle Jason Peters y el centro Jason Kelce.
Murray ha demostrado su capacidad como corredor en la NFL, pero en Filadelfia quizá deba esforzarse un poco más para alcanzar una producción que lo confirme como uno de los mejores o, de lo contrario, en Dallas respirarán aliviados por haber acertado en su decisión de dejarlo ir.