El exciclista danés Michael Rasmussen, excluido del Tour 2007 por su equipo cuando iba líder del Tour, considera que "la historia demuestra que llevar el maillot amarillo supone sospecha", justo lo que ocurrió con él, cuando una noche en Pau le sorprendieron "en el peor momento en el lugar más inoportuno".
Rasmussen, "El pollo" cuando estaba en activo, ha vuelto al Tour después de 8 años. El día de la expulsión en Pau era líder con más de 3 minutos de ventaja sobre Alberto Contador a 4 etapas del final. La razón: no haber sido localizado durante sus entrenamientos en el mes de junio para pasar los controles antidopaje y haber mentido a la hora de justificar esa incomparecencia.
A sus 41 años, ejerce como analista de ciclismo para la revista Ekstra Bladet. El Tour le recibe en un momento donde planea la sospecha sobre el líder, el británico Chris Froome, algo que no le resulta extraño.
"Es algo que va con la historia del ciclismo. Cuando vas de amarillo entras directamente en la sospecha, como siempre ha ocurrido", asegura el excorredor a EFE.
Cuenta el ahora periodista que él vivió esa experiencia. "A mi me pasó, estuve en el lugar equivocado en el momento más inoportuno. Influyó además en aquella época el escándalo de la Operación Puerto y el asunto de Lance Armstrong", explicó.
Con la perspectiva del tiempo, Rasmussen subraya aún que le echaron del Tour en 2007 "de forma violenta y con hipocresía", sin argumentos de ley.
"Con la ley en la mano no tenían razón para eliminarme de aquella manera, otra cosa son los sentimientos de la gente y los intereses que se movieron. Se manejaron sentimientos, no leyes. Lo vieron como algo negro o blanco, no pensaron en otras tonalidades", afirma.
Un recuerdo que marcó su vida personal y profesional,
"Aquellas imágenes en Pau las tengo para siempre porque no gané el Tour. Había trabajado toda mi vida para conseguirlo, pero no lo logré. Dejé la carrera de forma muy violenta. Lo que sí no olvidaré es aquel duelo con Alberto Contador en el Aubisque", dijo.
Ya en el Tour ejerciendo como periodista, Rasmussen se ha enfrentado a las reacciones dentro de la "Grande Boucle".
"La gente me ha recibido bien. He llamado la atención en la salida de Rodez, pero en unos días todo se normalizará. También he hablado con Juan Antonio Flecha, que era compañero del Rabobank, y también el otro día con Armstrong, a quien vi muy bien, pero muy cansado de hacer etapas como aficionado", comentó.
Sobre el estado de pureza del ciclismo actual, Rasmussen considera que goza de mejor salud, pero "hace falta tiempo".
"Creo que el ciclismo está mejorando cada día, pero arrastra la historia y la cultura de antes, por lo que necesita tiempo para cambiar en la dirección correcta. Creo que este deporte es más limpio que antes", afirmó.