El boxeo en La Comarca Lagunera está de luto con el fallecimiento de uno de sus iconos, el entrenador lerdense Rodolfo "Chivo" Díaz, quien perdiera la batalla contra la diabetes.
Sin duda un golpe duro ha tenido la comunidad boxística y deportiva de la Región con la pérdida irreparable de un promotor incansable del deporte de los puños, las narices chatas y las orejas de coliflor.
La mañana de este viernes todo inició como un rumor, posteriormente al pasar de las horas, se confirmó el deceso del exprimentado entrenador que falleció en la clínica del ISSSTE a los 78 años de edad, víctima de diferentes complicaciones derivadas de la enfermedad.
En su gimnasio, donde además a un costado era su hogar, se reunieron familiares y amigos del "Chivo" Díaz para velarlo y darle el último adiós.
Rodolfo Díaz trabajó por 35 años en el lugar, día a día abría desde temprano, recibiendo a los primeros pupilos que habrían de tomar sus consejos y clases de boxeo.
En los últimos años, Rodolfo Díaz vio decaída su salud, sin embargo, fuerte como un roble, no dejaba de entrenar en su gimnasio a niños y jóvenes, a quienes además aconsejaba para que se fueran por el buen camino en la vida, por lo que su partida sin duda dolió a muchos.
Tras la misa que se celebró en su honor la tarde de este viernes, partió el cotejo fúnebre con destino al panteón municipal, la última morada del "Chivo" Díaz.
Para recordar, Rodolfo Díaz creó su gimnasio de boxeo en 1983 en el antiguo rastro municipal de Lerdo, logrando en los primeros años de su fundación, atrajo a niños y jóvenes de Ciudad Jardín, quitándoselos a las garras del pandillerismo y la drogadicción.
Resta saber qué pasará con su gimnasio, quién se hará cargo de él y de seguir su legado, continuar entrenando a la actual generación.
De ese gimnasio salieron figuras del boxeo y grandes peleadores, como César "Cobrita" Soto, Miguelito Díaz "Destroyer", "Torito" Cázares, Vladimir "Zurdo de Oro", por mencionar algunos.
Rodolfo Díaz trabajó por 35 años en el lugar, día a día abría desde temprano, recibiendo a los primeros pupilos que habrían de tomar sus consejos y clases de boxeo.
Al "Chivo" Díaz se sobreviven su esposa Marisela, su hermano Alfonso, sobrinos, nietos, una numerosa familia que hoy llora su partida, la de un hombre que puso el ejemplo a muchos.
JFR