Kiko Martínez vuelve este sábado “a las grandes ligas”, como él define el combate contra Scott Quigg (26 años, 30-0-2, 22 KO’s) en el Manchester Arena, que se llenará (más de 20.000 personas) para ver si el inglés es capaz de conservar el Mundial regular del supergallo de la Asociación Mundial. Regular porque, para confundir más al aficionado, la AMB se inventó el título de supercampeón, que ostenta el cubano Guillermo Rigondeaux. La velada se podrá ver en streaming por www.grada1.tv, que ofrecerá la velada desde las 20:00. El combate del alicantino se espera a las 22:00. También boxeará el español Juan Hinostroza frente a Charlie Edwards, en el mosca.
Tras ganar el Mundial de la IBF al 'Momo' Romero en agosto del 2013, Kiko (29 años, 32-5-0, 24 KO’s) lo defendió ante Mathebula y Hasegawa y lo perdió frente a Carl Framton en Belfast por decisión unánime. Pero dejó buenas sensaciones.
“Es el momento de saber si sigo ahí”, explica el de Torrellano, que descartó finalmente bajar al gallo para medirse en Panamá por el Mundial a Juan Carlos Payano. “Me gustaba más la opción de Quigg, un campeón invicto e inglés. Espero que se pare a cambiar golpes conmigo. Es aguerrido y creo que me vendrá bien”, explica Kiko, que tiene las apuestas en contra (4 a 1) pero ha viajado con el ánimo de voltearlas. En su esquina, en vez de Gabi Sarmiento estará Matías González. "Sentía que me vendría bien un cambio y he encontrado mayor motivación", cuenta Kiko, que subió a la báscula afilado como un cuchillo, luciendo músculo explosivo, para dar 55,110 kg después de ser presentado por el mítico speaker Michael Buffer. Las grandes ligas, sí.