Terminó la semana y el veredicto sobre la apelación de Tom Brady por su presunta responsabilidad en el caso de balones desinflados no llegó.
El juez y parte en este caso, el comisionado de la NFL, Roger Goodell, indicó el pasado 23 de junio, cuando escuchó la apelación de Brady, que su decisión sobre mantener, reducir o anular la suspensión de cuatro juegos que le impuso al quarterback de los Patriotas llegaría pronto, pero ese concepto podría significar casi un mes para el mandamás de la Liga.
Mientras tanto, la incertidumbre tiene a los aficionados de Nueva Inglaterra imaginando lo que sucedería si no cuentan con Brady para los primeros cuatro juegos de la próxima temporada regular y de permanecer el castigo, el poderío ofensivo de los Patriotas sufriría un duro golpe.
En los últimos tres años, el total de yardas por aire de Brady ha disminuido cada temporada. Tras lanzar para 5 mil 235 yardas en 2011, su marca personal, el pasador lanzó para 4 mil 827 en 2012, 4 mil 343 al año siguiente y 4 mil 109 la temporada pasada.
Sin embargo, las 4 mil 109 yardas que sumó Tom Brady en 2014 representan el 70.2 por ciento de la producción total del ataque patriota, que llegó a 5 mil 848 yardas totales, y su posible ausencia mermaría ese porcentaje.
Si Goodell decide mantener la sanción que le impuso a Brady en mayo pasado por presuntamente pedir que le bajaran la presión a algunos balones en la Final de la AFC ante Indianápolis, los Patriotas perderían una producción promedio de 256.8 yardas por aire por juego, de acuerdo a la producción de Brady en 2014.
Si bien Brady ya no es el pasador espectacular que llegó a ser en 2007, cuando fijó la marca de pases de touchdown en una temporada con 50, o en 2012 y 2013, su consistencia mantiene al ataque de Nueva Inglaterra como uno de los más amenazantes.
Ante tal panorama, no sólo los aficionados de los Patriotas esperan con ansia la resolución de Goodell, que se ha vuelto experto en sancionar sin dimensionar la gravedad de las faltas.
Es ahí cuando la incertidumbre de los aficionados de Nueva Inglaterra podría convertirse en confianza de que Brady no perderá ningún partido en 2014, pues si un árbitro decidió reducir de 10 a cuatro juegos la suspensión por violar el código de conducta de la NFL al nuevo liniero defensivo de Dallas, Greg Hardy, no habría razón para mantener el castigo a Brady.