Por Carlos Marroquín
Finn Bálor domina la pelea. Le aplica un brutal Coup de Grace a Roman Reigns. Lo deja sin oxígeno por la presión que fue chocar la punta de sus botas con el estómago del Emperador. Está a punto de cubrir. Cubre. Se va a llevar la victoria. 1, 2… y en eso, es sorprendido por Samoa Joe, quien lo coge por la espalda para aplicarle su asfixiante llave ‘Coquina Clutch’.
Con la ayuda de su brazo, el samoano lo coge del cuello. Con sus piernas, lo amarra y descansa su cuerpo sobre la lona. Caen. No lo quiere soltar. Aprieta más y más su cuello. Lo está asfixiando. Bálor pierde el conocimiento. La expresión facial de Joe es la de un galeote romano que lucha por remar y remar para llegar cuanto antes a su destino y no morir en el intento. Sigue apretando el cuello de Bálor. El árbitro se da cuenta. Le levanta el brazo a Bálor y este no responde. Pide que suena la campana y gana Samoa Joe. Por fin lo suelta. Se levanta. Camina dos pasos, mira a ambos lados, no sabe a dónde ir. Mira de frente a la cámara y en su rostro se puede leer un desahogo natural por haber conseguido la meta, el sueño. Trata de no salirse del personaje, pero la emoción puede un poco más. Es el nuevo retador al cinturón máximo de la empresa, de la WWE. Baja del ring y sabe que lo logró. Sabe que está cerca de alcanzar el sueño de toda su carrera. Ser el mejor de todos. El más grande.
Samoa Joe lleva 17 años como luchador profesional. Ha pasado por diferentes empresas, principalmente en TNA, ROH, Pro Wrestling Noah, Pro Wrestling Guerrilla y finalmente NXT y ahora último WWE. En todas, le fue bien. Siempre destacó en su nivel de combate y personificación. Con decir que en el año 2006 fue elegido por la revista especializada Pro Wrestling Illustrated como la estrella más popular del mundo y en 2008 como el cuarto luchador más importante, dentro de 500.
Estamos frente a un tipo que lo ha ganado todo y que estaría a punto de coronar su carrera con uno de los dos títulos más importantes de la WWE: el Universal. Se medirá contra Brock Lesnar en el evento ‘Great Balls of Fire’, que tendrá lugar el próximo 9 de julio en Texas. La pregunta es: ¿Joe debería ganar la pelea? Sin lugar a dudas, sí.
Primero, Samoa Joe tiene una técnica de lucha muy versátil y original. Su paso por distintas marcas independientes le ha servido para acumular una serie de técnicas que lo hacen un personaje particular. No solo utiliza la agresividad y el peso que tiene a su favor para hacer mucho daño, también emplea algunas movidas que deja impresionado a cualquiera. Podemos mencionar la ‘CCS Enzuigiri’, que consiste el meterle una patada voladora cruzada al oponente mientras este descansa sobre la esquina. El ‘Muscle buster’, en donde levanta sobre sus hombros al rival, sosteniendo su cuerpo hacia abajo con el cuello curvado, para finalmente caer con él sobre la lona; o su llave maestra, el ‘Coquina Clutch’, en donde encierra a su rival apretándole el cuello, después de utilizar de apoyo su cuerpo para evitar que se escape.
Hay un punto fundamental que diferencia a este luchador: el haber pasado casi 2 años dentro de NXT (la cantera de WWE). Algunos criticaron bastante esta decisión administrativa de los McMahons, ya que pensaban que lo estaban congelando y aburriendo para luego deshacerse de él como basura cuando ya no tenga exposición mediática. Pero, a lo que realmente apuntó la WWE fue introducirle en su ADN la filosofía con la que trabajan. De que respire de cerca los matices y detalles con los que forman a sus futuros luchadores.
Samoa Joe azotando a Paul Heyman. (Foto: WWE)
(Foto: WWE)
Joe nunca se ha quejado de cómo llevaron su caso. Sino, todo lo contrario. En una entrevista con USA Today, afirmó lo confortable que fue para él dicha determinación. “Uno de los beneficios de estar en NXT es ver el trabajo de entrenamiento y las experiencias por la que pasan muchos jóvenes talentos para poder abrirse camino hasta el elenco principal. Hay claramente un valor añadido ahí. Son ajustes importantes para cualquiera, no importa de dónde vengas”, sostuvo.
Es conocido también de que lleva la voz de mando dentro del vestuarios. Varios luchadores que pasaron por TNA como AJ Styles, CM Punk, Paul London o el mismo Sting, han reconocido la influencia que el samoano tiene con sus compañeros, sobre todo con los más jóvenes. Este es un gran detalle en el que deja sin oxígeno a Brock Lesnar.
Y si hablamos de números, ha sido una máquina y ‘se lo lleva de encuentro’ a la ‘Bestia’. Según cifras de Wrestling Observer, ha disputado un total de 924 peleas oficiales y sumado 22 títulos, considerando todas las empresas por las que pasó. En cambio, Lesna en 15 años ha tenido 203 peleas, alcanzando 10 reinados.
A diferencia de Lesnar u otras estrellas como John Cena, el contrato de Samoa Joe es a tiempo completo. Entonces, se podrían armar historias mucho más cercanas. Aparte que el micro que tiene el ex campeón de NXT es muy afilado. No tiene nada que envidiarle a, por ejemplo, Seth Rollins o Kevin Owens. Y para triunfar en este negocio, esa es una característica de cajón.
No es que me caiga mal Brock Lesnar y tampoco es que no reconozca lo importante que ha sido su trayectoria, pero la imagen de invencible fortachón que proyecta está un poco desgastada. El público de ahora exige peleadores con suficiente protagonismo y versatilidad para sostener un show presencial cada semana. Así sean gorditos. Por lo pronto, Samoa ya disparó el primer dardo con dirección a Suplex City.
“Brock Lesnar, empieza tu entrenamiento ahora mismo, trepa esas montañas, tira gente por todos lados, dale una paliza a todos los compañeros de sparring que puedas traer. Y te puedo garantizar que aun así, no estarás preparado para lo que te haré”, puntualizó.