Se ha convertido en una cita ineludible del verano: la publicación del libro ‘L’economia de l’Espanyol per a no economistes’, de la Associació de Petits i Mitjans Accionistes (APMAE), que alcanza su cuarta edición y que este lunes se presentó en el Centre Cívic de les Cotxeres de Sants. Un análisis pormenorizado de las cuentas del club, en este caso a fecha de 30 de junio de 2014, que permite una visión externa de cómo van los números.
La presentación de este cuarto capítulo liga además de un modo extraordinario con la actualidad, ya que hace solo tres días, el presidente del club, Joan Collet, anunció que gracias al nuevo decreto-ley que entra en vigor esta misma temporada, el Espanyol percibirá entre un 40 y un 50 por ciento más de ingresos televisivos. Es decir, al menos 35 millones, ya que actualmente percibían 24. La noticia casa con uno de los puntos destacados del libro de la APMAE: debido al Reglamento de Control Financiero del CSD y la LFP, los clubes están obligados a destinar un máximo del 70 por ciento de sus ingresos ordinarios a pagar el coste laboral, es decir, el sueldo de sus empleados.
Traducido al Espanyol, el aumento televisivo permitirá mantener el presupuesto destinado a salarios de la primera plantilla (17,66 millones la campaña 2013-14), algo que de lo contrario hubiera resultado imposible, dado que el club perderá los ingresos de Power8 (que sí ha pagado una parte de la temporada 2015-16, pero no lo suficiente), por lo que el coste laboral superaría ese 70 por ciento. Baste como ejemplo que, en el último ejercicio analizado por la APMAE, ese coste ascendía al 69,9 por ciento: 31,76 millones para todos los empleados de la entidad, por 45,40 millones de ingresos ordinarios. “Y era la primera vez que se cumplía el ratio que marca la Liga, porque cuando sacamos el primer libro, se gastaban en salarios el 96,8 por ciento de los ingresos de explotación”, destaca Ferran Marín, presidente de la APMAE, a AS. El descenso de la masa salarial obedece al ERTE al que está sometido al Espanyol, por lo que de tener que reducir de nuevo, solo puede recortarse la partida deportiva.
No se trata de una cuestión menor, puesto que el riesgo de incumplir ese promedio del 70 por ciento es nada menos que el descenso administrativo.Sin embargo, sigue preocupando y mucho a la APMAE la deuda que el club debe devolver a un año vista: 29,89 millones (3,78 millones más que una temporada antes). Algo que solo el macrocrédito de la LFP ante Hacienda podría paliar.