El Consejo Superior de Deportes estudia si enviar a la Fiscalía documentación sobre una presunta manipulación electoral llevada a cabo por José Luis Escañuela en 2012, que acabó con su reelección como presidente de la Federación Española. Como informó AS el 1 de julio, hasta el CSD había llegado una denuncia, con soporte documental, de cuatro trabajadores de la RFET (el actual responsable informático, Óscar Estella, y tres encargados de licencias, uno de ellos ya jubilado) que motivó ya ayer la apertura de otro expediente del Tribunal Administrativo del Deporte. “Podría tener, además, relevancia penal y ser constitutivo de delito”, aclaró Fernando Puig de la Bellacasa, subdirector de Inspección del CSD en un encuentro con periodistas. “Ahora mismo, está cuestionada la legitimidad de las elecciones”, subrayó Miguel Cardenal. El expediente conlleva, además, una suspensión cautelar indefinida de Escañuela.
Los empleados habrían sido “obligados a falsificar la base de licencias”, aumentado la de las territoriales afines al sevillano. Además, el voto por correo se pudo filtrar destruyendo el de la oposición.
Por la mañana, el presidente en funciones, Fernando Fernández Ladreda, denunció también ante el CSD que en cuatro documentos de la Federación enviados al CSD se utilizó su firma sin su consentimiento, empleando una digitalizada. No descarta empreder acciones legales. Tanto él como el director general Marcos Romagosa (que se enfrenta a una petición de inhabilitación de 17 meses) se han comprometido a facilitar los libros de cuentas del Observatorio y la Fundación, que lleva reclamando el CSD casi un año por el desvío presuntamente irregular de 700.000 euros.