El estadio Al-Rayyan es el tercer escenario deportivo acabado antes de 2022, año en que se jugará el Mundial de Fútbol, cuya prueba de fuego será la final del Emir Cup. Esta es una competición local, que recibirá el 18 de diciembre unos 20.000 fans en las gradas, la mitad de su capacidad, recoge el portal web DW en Español.
"Toda la gente que entre en el estadio debe mostrar un test COVID-19 negativo, o un test de anticuerpos COVID-19 positivo", declaró Abdelwahab al-Mousleh, jefe médico adjunto, en un comunicado de la federación (QFA).
Las personas deben haber superado COVID o haberse vacunado contra la enfermedad, se detalla.
"Cerca del 50% de las plazas disponibles serán atribuidas a personas que ya hayan pasado el virus", añadió el galeno.
Como parte de la organización, los hinchas se someterán a los test en tres lugares. La solicitud de entrada del visitante se vinculará con su tarjeta de identidad nacional y su número de teléfono.
- Este mapa muestra los destinos más buscados del mundo para vacacionar en el 2021
Sin test no hay entrada
Los hinchas recibirán una entrada no transferible una vez que tengan el resultado de la prueba. En el interior de los escenarios, los aficionados usarán obligatoriamente y mostrarán su aplicación móvil con el resultado del test. Además de ocupar la plaza asignada.
Según la publicación de DW en Español, Catar registró oficialmente más de 140.000 casos de personas infectadas de COVID-19, con 239 muertos.
- Xavi Hernández supera el COVID-19 y retoma mando del Al-Sadd
Este partido inaugural lo disputará el favorito Al-Sadd, dirigido por la leyenda española Xavi Hernández, con el Al-Arabi. La ciudad de Al-Rayyan está situada a 24 kilómetros al oeste de la capital Doha. Ahí se jugarán siete partidos en el Mundial, hasta octavos de final.
"El director general de la Copa del Mundo 2022 Nasser al-Khater declaró recientemente que todos los estadios deberán estar terminados a finales de 2021 o principios de 2022", se cita en el artículo. (I)