El paraguayo Napout, expresidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), había sido condenado en 2018 a 9 años de cárcel en Estados Unidos por
José María Marín, antiguo presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), había sido condenado a cuatro años, pero fue liberado de forma anticipada este año como consecuencia de la pandemia del coronavirus, dada su avanzada edad y tras haber cumplido ya la mayor parte de su castigo.
Los dos fueron detenidos en el marco de la histórica operación contra la corrupción en el mundo del fútbol iniciada en 2015 y que se conoce popularmente como el “FIFAgate”, un caso que salpicó a decenas de dirigentes, en su mayoría latinoamericanos.
Napout fue declarado culpable y condenado por conspirar para cometer crimen organizado y por fraude electrónico, después de que la Justicia estadounidense le acusase de haberse embolsado al menos 3,3 millones de dólares en sobornos pagados por empresas para hacerse con emisiones de torneos internacionales, que le habrían prometido pagos por un valor total de casi 25 millones de dólares.
Marín, que al igual que Napout se declaró no culpable y evitó pactar con la Fiscalía como sí hicieron otros involucrados, recibió una sentencia de cuatro años de cárcel e importantes sanciones económicas por seis cargos de conspiración para cometer crimen organizado y blanqueo de dinero, así como de fraude electrónico.
El brasileño, de 87 años, se benefició de una excarcelación "por compasión" decidida el pasado mes de marzo por una jueza federal estadounidense, que tuvo en cuenta su edad y su estado de salud, entre otras cosas, para permitir su salida de prisión en medio de la pandemia de la COVID-19.