Días después de presuntamente haber sido despedido por el Brescia, Mario Balotelli fue expulsado por el club cuando se presentó a las instalaciones para un entrenamiento este martes.
Balotelli llegó a la entrada del centro deportivo del Brescia y, luego de una breve charla con un empleado del equipo, se retiró del lugar. “Ahora pueden decir que no quiero entrenarme”, señaló el delantero al marcharse del sitio.
Balotelli habría sido despedido por el club de su ciudad natal la semana pasada por no presentarse a los entrenamientos con miras a la reanudación de la Serie A italiana tras ser paralizada por la pandemia de coronavirus. El jugador explicó que padecía problemas estomacales.
El diario italiano Gazzetta dello Sport informó que Balotelli mandó otra nota de un doctor la noche del lunes al club, indicándoles que se había recuperado pero que no llegó a tiempo a una autoridad relevante y que carecía de una póliza de seguro en caso de lesionarse en el entrenamiento.
Balotelli fichó con Brescia -la ciudad donde se crió con su familia adoptiva- en agosto pasado y se le dio una emotiva bienvenida. Había jugado en numerosos clubes de Italia, Inglaterra y Francia, sin durar demasiado en ninguno.
Anotó solo cinco goles en 19 partidos de la Serie A y dio de qué hablar más por los incidentes de racismo en los que se vio involucrado que por sus actuaciones.
Durante un partido contra Hellas Verona en noviembre se sintió tan frustrado con los insultos de tono racista que tiró un balón a la tribuna y amenazó con irse.
Balotelli, quien nació en Italia hijo de inmigrantes de Ghana, fue blanco nuevamente de insultos racistas durante un encuentro con Lazio en enero.
La semana pasada publicó en su cuenta de Instagram mensajes denunciando la brutalidad policial y el racismo en Estados Unidos tras la muerte de George Floyd, un afroamericano que falleció cuando un policía le apoyó la rodilla en el cuello.
De no volver a jugar con el club, Balotelli, quien cumplirá 30 años en agosto, perderá la oportunidad de anotar otros cinco goles y duplicar su sueldo, según las cláusulas del contrato. (D)