La liga de Hungría volvió a disputarse desde finales de mayo, incluso con la aprobación del gobierno de que los hinchas puedan acompañar a sus equipos, pero ocupando un asiento en las gradas y dejando dos de distancia con respecto a otra persona.
Sin embargo, este miércoles se llevó a cabo otra competición: la final de la Copa de Hungría entre el Budapest Honvéd y el Mezőkövesd-Zsóry, partido que tuvo una asistencia récord de 10 mil aficionados en el Puskas Arena.
El equipo de la capital se impuso por 2 a 1 y levantó el título con sus hinchas, pero la euforia de jugadores y seguidores fue tal que se olvidaron del distanciamiento social y festejaron con abrazos y muestras de cariño.
Las imágenes de la celebración del campeonato muestran a los jugadores del Budapest Honvéd abrazándose, gritando y saltando junto a sus hinchas quienes tampoco hicieron caso a las reglas y se juntaron para alentar a su equipo y a tomarse fotos con el trofeo.
Tanto Hungría como Bielorrusia son los dos únicos países europeos en los que está permitido el ingreso de personas a los estadios. Incluso, Bielorrusia nunca paró su liga y tampoco prohibió el ingreso a los aficionados.