El Borussia Dortmund acató la sanción de la Federación Alemana de Futbol (DFB), que implicó el cierre por un partido de la emblemática grada sur y una multa de 100 mil euros, durante el partido contra el Wolfsburgo, debido a los incidentes violentos que se produjeron en la previa del partido en casa contra el RB Leipzig.
"La aceptación del cierre se basa en nuestra convicción de que en medio de una atmósfera todavía cargada de emociones de momento no es posible ni tiene sentido entrar en un debate sobre la proporcionalidad de la sanción", reveló el club en un comunicado.
"Además, vemos el peligro de que con un rechazo de la sanción por parte del Borussia Dortmund algunos vieran una falta de conciencia del club con respecto a la clara mala conducta de parte de los seguidores. Esa impresión sería fatal", agregó.
Un grupo de ultras del Dortmund agredió a seguidores del Leipzig antes del partido entre los dos equipos, lanzándoles objetos que iban desde huevos hasta piedras pasando por latas de cerveza.
La policía sostiene que el plan inicial de los ultras era atacar el autobús del Leipzig pero esto logró evitarse cambiando la ruta. Ante ello, los ultras descargaron su agresividad contra los aficionados del Leipzig.
La policía ha sido criticada por no haber declarado el partido de alto riesgo con lo que los aficionados no fueron separados su camino hacia el estadio, lo que facilitó las agresiones.
En el estadio, algunos ultras exhibieron pancartas en la curva sur que llamaban a la violencia contra el Leipzig e invitaban al suicidio al director deportivo del club del este de Alemania, Ralf Rangnik.
Un grupo de aficionados del Leipzig ha acusado al director administrativo del Dortmund, Hans-Joachim Watzke, de haber creado la atmósfera para las agresiones con sus continuas críticas al modelo de negocios del club patrocinado por el fabricante de bebidas energéticas Red Bull.