Helmut Marko, asesor de Red Bull, que se ha salido a relucir en varias ocasiones en los últimos meses por sus polémicas declaraciones contra Sergio Pérez, pende de un hilo dentro de la escudería austriaca, pero no por el tema con el piloto mexicano, sino por la lucha de poder que hay dentro de Milton Keynes.
Esta situación empeoró con la muerte del cofundador de la marca de las bebidas energéticas Dietrich Mateschitz, quien fuera gran amigo de Marko, y aunque las acciones pasaron a su hijo de 31 años, Mark Mateschitz.
Y es que con su fallecimiento, los tailandeses, quiénes son accionistas, han estado presionando sobre la dirección hacia la que debe ir la empresa, en la que se incluyen las escuderías de Red Bull y AlphaTauri.
También desde hace tiempo ya existía una tensión en la relación entre Christian Horner, jefe de Red Bull que es apoyado por los tailandeses, y Helmut Marko, quien fue la mano derecha de Dietrich, pero desde su muerte Horner ha intentado ser el que maneje toda la operación de Grupo Red Bull como ya lo hace con Alpha Tauri, según informa el medio brasileño O Globo.
Asimismo se menciona que Horner cuenta con el apoyo de Oliver Mintzlaff, responsable de la gestión deportiva de Red Bull, quien se incorporó al equipo tras la muerte de Mateschitz. Además Christian ya no quiere a Yuki Tsunoda y busca deshacerse de él, “posición que le reporta un cheque de 10 millones de dólares pagado por Honda”, por ello es que Marko ha sido intermediario en esta situación para evitar que haya algún problema con el proveedor de motores.
El futuro de Helmut Marko está en el aire y podría definirse en una reunión del consejo de administración, la cual está pactada para realizarse esta semana.
ZZM