La contundencia de su temporada no merecía una celebración tan importante con tanta confusión. Desde la primera temporada de la categoría, allá por 1950, solamente doce pilotos han sido bicampeones consecutivos: Ascari (52-53), Fangio (54-55), Brabham (59-60), Hill (61-62), Prost (85-86), Senna (90-91), Schumacher (94-95), Häkkinen (98-99), Alonso (05-06), Vettel (10-11), Hamilton (14-15) y desde este año Verstappen. Un logro importante en la vida de cualquier piloto de élite pero que el domingo pasado pareció una sucesión de dudas que hicieron que nadie, incluso el propio Max, tuviera claro si el neerlandés había campeonado o no. Basta ver la celebración inicial del bicampeón para darse cuenta que ese grito reprimido no fue acorde al logro inmenso que persiguió durante este calendario. Aun así, espectacularidades conmemorativas aparte, lo real es que Verstappen ha logrado la revalidación del título tras una temporada más contundente que la anterior. Por más que Leclerc inició el año golpeando fuerte, la inestabilidad del equipo Ferrari ha terminado jugando en contra de una definición de campeonato que debió ser mucho más apretada que este holgado desenlace.
Nadie duda por estas horas que Max es el gran referente de la categoría. Uno lo ve cada fin de semana y queda en evidencia que es el tocado de la grilla, el indiscutido. Lejanos están los días, del 2015, cuando la categoría veía su presencia como una afrenta peligrosa debido a su juventud y poca experiencia. Recordemos que cuando debutó tenía 17 años, 5 meses y 15 días), el primer Gran Premio de su temporada de ‘rookie’ en la F1. Su llegada generó muchísimo debate. Lo hacía muy joven y con solamente 27 carreras de experiencia a bordo de un monoplaza de la Fórmula 3. Las críticas a su presencia, en aquel momento, fueron furibundas. “Creo que lo de Max es un insulto. ¿Se está dando cuenta Red Bull de que están metiendo a un niño en la F1 Antes de pelear contra otros, has de aprender, y el papel de la F1 no es enseñar”, afirmó en su momento Jacques Villeneuve? Hoy, con el doble de títulos que el piloto canadiense, Verstappen le ha demostrado al mundo que la apuesta no estaba mal.
El bicampeón reinante tiene contrato vigente con Red Bull hasta el 2028. Es decir, por seis temporadas más. La escudería pareciera haberse diseñado a su alrededor y es casi seguro que en los próximos años la casa alada no se tiente de traer a ninguna figura que opaque a su joya máxima. En este sentido la única butaca en el equipo austríaco es la segunda. Por lo pronto Red Bull, ya con campeonato de pilotos en la bolsa y el de constructores casi asegurado, trabajará en estas fechas para lograr el tándem de pilotos en el mundial. Así que desde hoy la prioridad del equipo estará puesta en Checo Pérez. “Hemos ganado seis títulos de pilotos, pero nunca nos hemos llevado a casa un doblete en la clasificación de pilotos. Estoy seguro de que Max puede llegar a 13 victorias o tal vez incluso 14, pero para nosotros es más importante tener el segundo lugar de Checo Pérez en el Mundial”, ha expresado Helmut Marko, asesor de Red Bull, dejando en claro que desde hoy el equipo está en modo azteca.
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