Hoy Max Versptapen no pudo proclamarse campeón, pero su bicampeonato es cuestión de giros salvo una desgracia. La diferencia es abultada, y no refleja lo reñido que ha sido el duelo entre ambos pilotos en el río asfáltico, pero por lo visto en las últimas carreras Ferrari no tiene con revertir la abrumadora tendencia.
Es probable que hoy la casa italiana salga más preocupada en no errar que en atacar. Al menos ya demostraron mejoras en las paradas en boxes sin embargo es un mérito muy volátil cuando la ambición es la monarquía. No se puede intentar la inmortalidad jactándose de que se cicatriza rápido.
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¿Qué tiene que pasar para que Verstappen salga hoy bicampeón? Max tiene que alcanzar una diferencia de más 138 puntos de acumulado sobre su escolta más cercano. En este escenario Singapur puede marcar la conclusión anticipada del paseo consagratorio de Max. Para que esto pase Verstappen tiene que tener una gran carrera y Leclerc un desafortunado fin de semana. Una ecuación que este año se ha dado con preocupante recurrencia.
Si Max gana con vuelta rápida y Charles termina octavo o peor, el holandés es campeón. La otra posibilidad es si Verstappen triunfa y Leclerc termina noveno. ¿Difícil? Si, pero no olvidemos que Max ha resultado ganador en 12 de las 16 carreras programadas y Leclerc ha tenido tres abandonos. Retiros en fechas en las que Max ganó. Así se repite lo sucedido este año en los Grandes Premios de España, Azerbaiyán y Francia, Verstappen se consagrará hoy.
¿Con Max campeón que nos queda? La pelea de constructores por el segundo lugar y el morbo que genera que Mercedes le pueda quitar la posición a Ferrari. Es claro que los vehículos plateados no son los mejores de la grilla, pero sí han mostrado mayor fiabilidad y regularidad que los escarlatas. Es probable que Hamilton siga mejorando y Russell mantenga la consistencia mientras que Ferrari un meme más nos va a dar. De esta manera la incertidumbre ya no está en quién será el campeón si no en saber si la escudería italiana podrá salvar los muebles.
Binotto, team manager de Ferrari, ha dicho: “Habíamos prometido que volveríamos a ser competitivos este año y lo hemos cumplido. Ahora lo que nos falta depende de nosotros. Entre tener un monoplaza y unos pilotos de alto rendimiento y la capacidad de consolidar la capacidad de darnos cuenta de cada situación todavía hay un paso que dar”. Es claro que la casa apuesta por sacar lecciones con miras al 2023 pero también saben que lo mínimo que pueden sacar son los subcampeonatos. El linaje se los obliga.
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