Al inicio parecía que era demasiado neón para la sobriedad de la Fórmula 1. La previa había estado impregnada de un ruido inusual producto de las bromas que generó la marina artificial, la ropa interior de Vettel y el chimento por las joyas de Hamilton. Así, el GP de Miami empezó pareciendo más un reality de MTV que una carrera de Star+. Sin embargo, ha sido a la hora de enfrentar el río asfáltico que los pilotos no han decepcionado a la afición. Con dos rectas generosas y una desaceleración notable (de 341 km/h a 90 km/h), Miami nos ha dejado una previa que evidencia que lo único seguro es que hoy habrá show.
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Ya desde las prácticas del viernes se vio a los pilotos de Red Bull y Ferrari arriesgándolo todo para encontrar el punto exacto en un trazado inédito. Se toparon con los muros y tuvieron algunos trompos buscando las frenadas, pero ha sido en la clasificación sabatina donde han brillado dejando en claro las lecciones sacadas en la previa. Los toros y los cavalinhos han sido realmente bestias de embiste mientras Mercedes, que decidió enfrentar el circuito con un alerón trasero plano, no paró de ser un auto trotón en las rectas y un canguro torpe en las curvas.
Ferrari ha logrado capturar la primera fila para hoy con la tranquilidad de tener a los Red Bull en los retrovisores. Leclerc cerró la Q3 con un giro perfecto, que le dio la ‘pole’, mientras que Sainz encontró el exorcismo emocional soñado al capturar el segundo lugar tras el golpazo del viernes. Se viene así una carrera muy complicada donde los Red Bull se han mostrado muy rápidos en las rectas mientras que Ferrari ha cortado mejor que nadie las curvas. Todo esto en medio de una asfalto que castiga, con poca adherencia, a los pilotos que se salen de la línea de carrera. Es seguro que hoy habrá drama como en cualquier reality latino que se respete.
Qui2:30 p.m.
TV: ESPN 2 / Star
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