Si bien, la preparación de las máquinas representan un factor fundamental, la capacidad de los pilotos es clave para sortear los obstáculos que siempre presenta el suelo chaqueño entre sus talcales y otras “trampas naturales”.
La primera expedición en el Chaco se remonta a 1957 con el “Circuito de Oro”, con los primeros automóviles del Japón que llegaron al Paraguay.
El certamen tuvo su punto de partida en 1971. El norteamericano llamado Phillip Bell, que compitió en el Rally de Kenia e inspirado por el Rally Safari de África, sembró la idea de una competencia en suelo chaqueño. La misma fue acompañada por los hermanos Dumot y algunos intrépidos que trazaron una ruta de competición y se largaron a la aventura.
En su primera edición, la carrera tuvo la denominación Dunhill Transchaco Rally, ya que los fondos fueron donados por el empresario Francisco Escanciano, de la tabacalera británica Dunhill International, quien además entregó una estatuilla bañada parcialmente en oro y plata.
clases. En sus inicios, la carrera contó con dos clases. Marcos Peña junto a Pedro Federer con el Toyota 1000 se impusieron en la categoría A, mientras que Roberto Bittar y Fernando Dumot con el Mercedes Benz 220S se quedaron con la Clase B. El primer piloto en partir al Chaco fue Alfredo Jaegli, que se convirtió además en el primer abandono de la competición. Jaegli además fue el único capaz de vencer con un Datsun, en el año 1982.
Las pruebas de clasificación se instalaron desde la edición de 1973 en el entonces Autódromo Aratirí y solo se utilizaba la “cinta asfáltica”. El primer poleman fue el uruguayo Federico West al mando del Ford Escort M K1 2000, pero sin lograr el éxito en la prueba final, siendo el ganador en esa carrera Juan Carlos Calvo (Toyota Corolla 1300 ).
Hasta la 5ª edición del rally chaqueño, la competencia se dividió en dos clases, hasta 1976, cuando se consagró Juan Carlos Calvo (el más ganador, junto a Gerardo Planás, con cuatro conquistas).
El certamen fue creciendo en popularidad y el gobierno del general Alfredo Stroessner decidió suspender la justa por decreto durante tres años (1984, 1985 y 1986). Luego de arduos trabajos del Touring y Automóvil Club Paraguayo, los motores volvieron a rugir de manera ininterrumpida.
La popular competencia volvió en 1987 y Nicolás Luthold, con un Peugeot 505, completó la clasificación y la prueba principal como líder, devolviendo la emoción al mundo motor.
SELLO DE CAMPEÓN. Gerardo Planás entre los 70, 80 y 90 se repartió éxitos hilvanando entre las tres décadas 4 títulos en el Chaco, mientras que en los 2000 irrumpieron de manera alternada Didier Arias, Diego Domínguez y Alejandro Galanti, todos liderando el historial con cuatro consagraciones chaqueñas.
DINASTÍA GALANTI. El Toyota y los Galanti formaron una sociedad ganadora con el cual vencieron en seis oportunidades. Marco (padre) al mando del Célica GT4 venció en el 91, mientras que Marco (hijo) fue triunfador en el 96 con el Célica ST185. Ale se impuso en cuatro ocasiones con el Corola WCR en 2005, Célica ST185 en 2010, entre los modelos figuran: Toyota 1000, Corolla 1300, Corola WCR y Célica en 2015 y Etios R5 en 2019.
La marca Toyota también es la más vencedora del Chaco con 20 victorias. Entre los modelos figuran: Toyota 1000, Corolla 1300, Corola WCR y 1300, Célica y Etios R5.
Entre los navegantes, Héctor Nunes es el más laureado con un total de 7 victorias: 2001, 2003, 2004, 2008, 2014, 2017 y 2018, haciendo dupla con prestigiosos corredores.
Lo siguen Eugenio Planás, Hans Thiede y Marcelo Toyotoshi, todos con tres éxitos.
Entre las damas, Andrea Lafarja fue la primera mujer en inscribir su nombre entre los pilotos en 2018. Por su parte, en la siguiente temporada (2019) Cintia Klassen se probó en la dura competencia. Ambas completaron la difícil travesía. La anual competencia mueve a miles de personas, entre pilotos, equipo de escuderías y público que se adentran en el territorio chaqueño para vivir a pleno la tradicional y gran aventura.