Hace poco más de un año, la escudería Williams se dirigía a la pretemporada 2017 de la Fórmula Uno con una dupla de pilotos conformada por el novato canadiense Lance Stroll y el finlandés Valtteri Bottas, después del anuncio del retiro del brasileño Felipe Massa.
Sin embargo, el campeón del 2016, el alemán Nico Rosberg, decidió alejarse de F1 de forma sorpresiva y Mercedes contrató a Bottas como su reemplazo, por lo que Massa regresó a la máxima categoría y se convirtió en el mentor del juvenil norteamericano.
El resultado en 2017 no fue el mejor. Williams tuvo su menor cosecha de puntos desde 2013, con 83, y terminó 100 por detrás de su mayor rival en la parrilla, Force India, que repitió en el cuarto lugar del campeonato de constructores, aunque esta vez con una cómoda ventaja.
La campaña no comenzó de buena forma para Stroll, quien se retiró de las tres primeras carreras en las que participó y consiguió puntos hasta el séptimo Gran Premio, en casa, aunque en la siguiente competencia, apareció en el caos de Azerbaiyán para subir al podio en el tercer lugar.
Con el paso de la temporada, el canadiense se convirtió en el único conductor fuera de Mercedes, Ferrari o Red Bull en terminar entre los tres primeros en alguna de las 20 carreras, todo un impulso para el piloto que tiene ahora 19 años.
En el resto de la campaña, el norteamericano entró cinco veces más en los puntos, incluido un sexto lugar en México y sumó 40 puntos, para quedar en un lejano lugar 12 en la tabla de pilotos, superado por su experimentado compañero de equipo.
Aunque Massa no tenía en sus planes tomar parte en 2017 en F1 fue el mejor de la escudería, con 43 unidades y repitió el lugar 11 en el que culminó en 2016, a pesar de no correr en Hungría, después de enfermarse en la primera práctica libre.
El sudamericano tuvo como mejor resultado el sexto puesto en Australia y Bahréin, pero la constancia le ayudó a la escudería; no obstante, durante la campaña anunció que no volvería para 2018.
Eso provocó que el asiento de Grove se convirtiera en el más anhelado durante la pretemporada del Gran Circo, con varios aspirantes, aunque los mejores colocados eran el polaco Robert Kubica y el ruso Sergey Sirotkin.
Kubica, quien practicó con Renault y Williams durante el año, estuvo cerca de protagonizar una historia épica de regreso, tras correr por última vez en F1 en 2010, pero los directivos apostaron por Sirotkin.
El ruso de 22 años se unirá a Stroll, de 19, para formar la pareja más joven de la parrilla, juntos suman 41 años, apenas cinco menos que Massa.
Sergey tiene la experiencia de haber terminado en el tercer lugar de la GP2 en 2015 y 2016 y ser el piloto de reserva de Renault la campaña anterior, aunque junto al monegasco Charles Leclerc (Sauber) debutará en la máxima categoría en Australia.
El encargado de darle los mejores autos posibles a esa dupla será Paddy Lowe, quien regresó al equipo como director técnico en marzo, pero esta vez participó en la construcción del monoplaza, que volverá a llevar motor Mercedes y espera ser una amenaza para Force India y evitar que Renault o McLaren lo supere, aunque la pretemporada no dejó las mejores sensaciones.
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