En la previa del juego 3 de las Finales de la NBA se anunciaba la baja de dos titulares de Miami ausentes por lesión, con un equipo incompleto parecía que los Heat tiraban la toalla en el tercer round, pero el estelar Jimmy Buttler sacó el pecho y la zurda para tirar sobre la cuerda y knockear a los Lakers con sus 40 puntos, 13 asistencias, 11 rebotes, 2 robos y 2 tapones. Final del encuentro: Heat 115 – 104 Lakers, la serie se acorta 2 – 1.
Ganar o ir preparando las maletas para volver a casa eran las únicas dos opciones de los Heat, luego del segundo juego un periodista había preguntado al Coach Erik Spoelstra: “Cómo se sienten tu equipo y tú estando abajo 0 – 2 en la Final y que ya se nota que es casi imposible vencer a los Lakers” a lo que él respondía “nos importa una mierda, todo lo que opine la gente nos importa una mierda” denotando la flaqueza mental de ese momento.
NADA ES IMPOSIBLE. Para los ojos del mundo del basketball, una victoria frente a los Lakers representaba toda una odisea casi imposible de lograr, sobre todo luego de confirmarse que tanto Dragic como Adebayo no llegarían en condiciones para el tercer enfrentamiento, todos vaticinaban el 3 – 0 en la serie, lo cual representaría un pie afuera de las finales y una posible barrida por parte del equipo californiano.
La caminata cuesta arriba con la gravedad en contra se daba desde el minuto cero, los Lakers rompían el marcador con un Alley-Oop de LeBron a Howard que rápidamente fue respondido con una asistencia de un juvenil de Miami a otro, Duncan Robinson asistía a Herro y a partir de ahí sumaban los primeros puntos de una larga noche. 6 minutos después, el equipo de los Heat abriría una brecha de 11 puntos, donde los Lakers ya sumaban 9 pérdidas de balón de los cuales 4 se habían escapado de las manos de AD, quien un minuto después sumaría su segunda falta personal, mala noche para la ceja.
EL ASCENSO DE BUTLER, LA CAIDA DE LOS ANGELES. Los Lakers no conseguían sumar de tres y solo faltando un minuto para el final del primer cuarto Morris logra levantar las manos desde larga distancia reduciendo la ventaja de los Heat, seguido de otro triple de Kuzma para finalmente reducir la diferencia a apenas 3 puntos. En el segundo parcial el conjunto angelino buscó lavarse la cara e inmediatamente logra tomar la ventaja 29 a 28 mediante Kuzma, que asumía el compromiso ante la ausencia de Anthony Davis.
Davis sumaba sus primeros puntos en el 2Q mediante un triple, posteriormente tanto él como Kuzma se meterían en problemas de faltas con tres cada uno a falta de 7 minutos para el final de la primera mitad, para entonces los Lakers ya sumarían su decimo cuarta perdida frente a apenas cinco de los Heat. Jimmy se hacía grande con 13 puntos y mientras el equipo de Los Ángeles comenzaba a caer, Butler comenzaba a ascender en lo que sería un heroico juego que será recordado por mucho tiempo en las páginas doradas de la NBA.
Si bien durante el tercer cuarto y muy a pesar de que Miami aumentaba diferencias, parecía quelas cosas cambiarían, ya que AD aparentaba salir del letargo sumando 10 puntos en ese parcial, pero a partir de ahí no anotaría en toda la noche. En los últimos 12 minutos de la noche el liderazgo del encuentro fue fluctuando, pero la ausencia de AD, la falta de precisión de LeBron James y una versión de Jimmy Butler tan estelar como inolvidable haría que todo termine 115 a104 a favor de los Heat, que pone en estado de alerta a los Lakers dejando la serie a un juego de igualarse.