Un declive en su productividad y un tope salarial sustancial, junto con el crecimiento de Tony Pollard, motivaron a los Cowboys a poner en libertad a Elliott el pasado 15 de marzo.
FRISCO, Texas – Este domingo, el corredor Ezekiel Elliott vuelve al AT&T Stadium, ahora como miembro de los New England Patriots (4:25 p.m. hora del Este).
En sus siete temporadas vistiendo el uniforme de los Dallas Cowboys, Elliott fue el corazón de un equipo que clasificó cuatro veces a los playoffs. En dos ocasiones, fue campeón terrestre de la NFL; sumó más de 1.000 yardas en cuatro campañas y es tercero en la lista histórica de yardas terrestres de los Cowboys, solo superado por los miembros del Salón de la Fama Emmitt Smith y Tony Dorsett.
Un declive en su productividad y un tope salarial sustancial, junto con el crecimiento de Tony Pollard, motivaron a los Cowboys a poner en libertad a Elliott el pasado 15 de marzo. Si bien no fue una transacción sorprendente, sí provocó cierta decepción entre varios jugadores que estrecharon nexos con Elliott con el pasar de los años.
“Siempre será querido aquí”, expresó el entrenador Mike McCarthy. “El cariño que se mantiene por él en este vestuario es tremendo. Probablemente, en mi época, durante nuestra época juntos, evidentemente era uno de nuestros jugadores más populares. Quiero decir, es tremendo compañero de equipo. Lo sigue siendo. Digo: usualmente su nombre sale a relucir una vez a la semana. Gran chico”.
Elliott no estuvo exento de problemas durante su paso por Dallas. En 2017, fue suspendido por seis encuentros por violaciones a la política de conducta personal, debido a un incidente en el que estuvo involucrada su exnovia mientras el jugador cursaba estudios en la Universidad de Ohio State. A pesar de ello, los miembros del equipo de los Cowboys consultados por ESPN pintaron la imagen de un compañero gentil y humilde, dedicado miembro de su comunidad.
A continuación, presentamos una semblanza de lo que Elliott ha significado para algunos excompañeros y la comunidad del Norte de Dallas.
Dak Prescott, mariscal de campo
Prescott y Elliott fueron elegidos juntos en el draft de 2016 y no tardaron en convertirse en mejores amigos. En el primer campamento de novatos en el que estuvieron juntos, Prescott tenía un auto y Elliott no. En una ocasión, Elliott dejó un cheque por $5 millones dentro del auto de Prescott. Inmediatamente, el mariscal de campo llamó a Elliott y le dijo: “Ven a buscarlo, no cobraré una cantidad semejante en los próximos cuatro años”.
Prescott indicó este jueves: “Este vestuario siempre ha sido especial. Y he tenido muchos compañeros provenientes de distintos lugares. En mi año de novato, [Mark] Sanchez me dijo que no todos los camerinos eran así; sin embargo, aquí tenemos una gran camaradería. Le doy el mérito a los líderes de aquel vestuario, la gente que ha jugado aquí en los años que he pasado en este equipo. No creo que sea difícil”.
“Obviamente, la relación que tenemos Zeke y yo, es distinta. Llegamos juntos, jugamos en este equipo por siete grandes años, juntos dentro y fuera del terreno. Esa relación llevó un poco más de tiempo, se podría decir”.
Tony Pollard, corredor
Pollard era un novato en 2019, justo cuando Elliott se ausentó del campamento de entrenamiento. Pollard mostró tanta calidad que el propietario y gerente general de los Cowboys Jerry Jones dijo en son de broma: “¿Zeke quién?” después de un partido de pretemporada. Con el pasar de los años, Elliott se convirtió en mentor de Pollard.
“Ha ejercido una gran influencia en mi forma de jugar este deporte. Sólo viéndolo, observando cómo hace las cosas, cómo asume las cosas, su preparación durante toda la semana, su estudio de los videos y cosas así. Solo intento aprender de él, creciendo con él con el tiempo”.
Mike McCarthy, entrenador
McCarthy laboraba como entrenador jefe de los Green Bay Packers cuando los Cowboys visitaron el Lambeau Field en octubre de 2016. Elliott venía de hilar una cadena de tres encuentros consecutivos sumando al menos 134 yardas terrestres y sumaría un cuarto cotejo con 157 yardas, en el que selló el triunfo 30-16 de los Cowboys sobre Green Bay.
“Le dije esto, y no lo quiero decir de forma graciosa ni nada, pero recuerdo mi primera impresión de Zeke en 2016. Corrió frente a nuestra banda, justo del lado donde me encontraba. Y recuerdo que mientras corría frente a mí, pensé: ‘Dios mío, qué cabeza tan grande tiene ese tipo. Es un hombre grande’”.
“Siempre me ha impresionado mucho. Era un corredor tan grande y físico. Creo que uno ve a los jugadores en televisión, los ves, pero no me había dado cuenta de que era tan grande y fornido. Y especialmente, su velocidad y tenacidad, la forma en la que jugaba. Luego, obviamente, tuve la oportunidad de trabajar con él, simplemente fue muy agradable. Disfruté de nuestro tiempo juntos”.
CeeDee Lamb, corredor
Lamb fue tomado por los Cowboys en primera ronda del draft en 2020. Sin embargo, nunca tuvo un programa inicial de temporada baja debido a la llegada de la pandemia del COVID-19. Tuvo que aprender por cuenta propia.
“Cuando llegué, él fue la primera persona que me invitó [a su casa], me aceptó como su compañero. Nos relajamos. Compartimos. Y dijo, lo primero que dijo, fue: ‘Disfruto de cómo sentía mi cuerpo cuando empecé aquí, porque nunca me sentiré tan bien como entonces’”.
“Probablemente, esa es la mayor verdad, la frase más certera que me pudo haber dicho. No puedes entrenar para ello. Sí, hago lo mejor posible para recuperarme, pero no puedes cambiar lo que ocurre durante un encuentro. Son hechos”.
Cooper Rush, mariscal de campo
Cuando Prescott se fracturó el pulgar en el debut de la temporada pasada, Rush asumió la titularidad. Consiguió la victoria en su última ocasión como titular en 2021, pero ahora tenía que jugar varias semanas como QB de los Cowboys ante la ausencia de Prescott. Sumó récord 4-1 y mantuvo vivas las aspiraciones de Dallas de clasificar a los playoffs al momento del regreso de Prescott.
“[Elliott] dijo: ‘Te apoyamos. No te preocupes’. Así es él con cualquier jugador nuevo, bien sea de la línea ofensiva, un nuevo ala cerrada o cualquiera. Ésa es su actitud. Creo que no se habla lo suficiente de ello, de lo buen compañero que era”.
“Evidentemente, aportaba energía. Y rudeza. Haría lo que fuera necesario. Jugó como corredor de poder; acababa con las alas defensivas, solo quería golpear a alguien. No está allí gritando durante 25 acarreos. Juega en las terceras oportunidades, hace todo lo posible para proteger pases. Se enorgullecía de todo eso y todos los presentes lo sentían”.
Taylor Toynes
En 2015, Toynes y Xavier Henderson fundaron la organización sin fines de lucro For Oak Cliff, con la intención de ayudar a una comunidad desfavorecida del sur de Dallas. Hace unos años, Elliott se involucró en la organización, ayudando económicamente y con su tiempo. De hecho, unos días antes de firmar con los Patriots, asistió a su Festival de Vuelta a Clases, con la asistencia de más de 4.000 personas.
“No se trata del jugador de fútbol americano. A fin de cuentas, se trata de la persona, del hombre. Para mí, demuestra que es fiel a su carácter, su integridad. Eso es algo de lo que hablo con los jóvenes en nuestro espacio. Tu carácter, tu integridad, son las cosas que haces cuando nadie te ve”.
“Cuando pienso en Zeke, así es él. Hace cosas cuando nadie le mira. No me dice: ‘Oye, voy a llegar con un equipo de ESPN para verme bien’. Por el contrario, dice: ‘Tengo un poco de tiempo disponible. Quiero ayudar’”.
“Los chicos me conocen como jugador de los Cowboys, pero a la vez, si ves a Zeke jugando al baloncesto con nuestro equipo, bromean como si fuera uno más del barrio: ‘No me puedes frenar’, cosas así. Su participación significa mucho para nosotros”.
Dawn McFarland
McFarland es comandante del Ejército de Salvación, organización que mantiene estrechos nexos con los Cowboys. Todos los años, los Cowboys participan en la campaña “Red Kettle Campaign” del Ejército de Salvación. Cuando Elliott saltaba hacia la caldera gigante ubicada frente a la meta para celebrar sus anotaciones, se producía un incremento en los donativos.
“No puedo decir que éramos capaces de cuantificar los aportes hechos cuando saltaba. Lo que puedo decirles es que cada vez que alguien saltaba hacia la caldera, percibíamos un aumento de los donativos que llegaban… y si [Elliott] lo hacía, particularmente, recibíamos donativos por $21 [por el número de la camiseta de Elliott]. Puede hablar con él al respecto en noviembre pasado y quedó pasmado”.
“Varios años después, seguía causando la misma repercusión. La Navidad pasada, visitó nuestro centro de operaciones Angel Tree en Dallas. Cada vez que me encuentro con él, es amable y muy humilde. Recorríamos la bodega y conocía nuestra operación. Le pregunté: ‘¿Conocías algo de filantropía cuando empezaste en la NFL?’ y me respondió: ‘No, señora’”.
“Fue criado dentro de una familia que aporta a su comunidad y pensé que era algo hermoso. Vio cómo sus padres retribuían a la comunidad; y por eso, forma parte de su ADN. Cuando llegó a los Cowboys y a la NFL, ya tenía una base para ampliar”.