“El final, el remate final”. Eso dice, murmura, una tarde en el Miraflores Park Plaza, el Rayo Usain Bolt. El Rayo. La libre traducción, por supuesto, es mía: Bolt ha llegado a Lima por unas horas para competir contra una mototaxi y acepta unos breves minutos para conversar con Somos de El Comercio. Pienso en esto cuando veo por quinta vez el video de Cayetana Chirinos Asalde, en los cien metros planos del Iberoamericano de Atletismo U-18, y cuando su rival más cercana apenas puede verle la espalda y el número 370. Ese remate -como decía Bolt- hizo historia.
Poca gente, muy poca en el imponente Estadio Atlético de Legado para ser testigo de este capítulo. Los años, como suele pasar, harán que miles de miles digan en una charla de café que allí estuvieron. Con apenas 15 años, Cayetana se impuso ante rivales de mayor edad, procedentes de Chile, Colombia, México, Argentina, Paraguay y Ecuador. Ella registró un tiempo de 11 segundos y 90 centésimas, y ratificó así el notable momento deportivo que atraviesa, luego de ganar hace unos días la presea de oro en el Gran Prix Sudamericano Pedro Gálvez Velarde.
“Para nosotros fue un gusto volver a Lima porque vemos que siempre hay buenas organizaciones en esta pista atlética, que parece que fue construida ayer; sigue intacta y es uno de los mejores recintos que tenemos en Sudamérica. Como Confederación, estamos contentos de trabajar de la mano de la Federación Peruana de Atletismo”, afirmó el presidente de la Confederación Sudamericana de Atletismo, Helio Gesto de Melo.
Vale resaltar que en el 2024, el Estadio Atlético de Legado, construido para los Juegos Lima 2019, acogerá el Sudamericano U-20 y el Campeonato Mundial U20.
Su carrera, como es habitual en estos tiempos, puede verse en Instagram: en agosto, obtuvo el subcampeonato nacional con su club, Montepríncipe en la categoría U18. La foto adolescente se posteó. Y días antes, un selfie inolvidable: “Con la más veloz del planeta Shelly-Ann Fraser-Pryce en el World Athletics Continental Tour Silver de Madrid 2023″. La sonrisa panorámica y los ojos chinitos debajo de los lentes de carey sobran, ante cualquier comentario.
Pero volvamos al día, campeona. “No esperaba obtener esta marca, hay que tener en cuenta que el nivel de esta competencia es bastante fuerte porque es una categoría mayor a la mía. Hay mucha gente que piensa que soy la promesa del atletismo, pero yo solo trabajo duro para seguir trayendo resultados. En agosto, competí en el Mundial y seguiré preparándome”, dice, reflexiva. El tono tiene que ver con que en esta carrera que recién empieza, no está sola: su familia está detrás, su abuelito Jorge la acompaña desde el cielo y aquí en la Tierra, tres nombres son clave: su entrenador Óscar Valiente, el equipo Méliz Sport Club Deportivo, su psicóloga deportiva María Cabrera Bolufer y Asics Perú, la querida marca que tan buenos recuerdos nos devuelve, cada vez que la vemos, instalándonos en las madrugadas de Seúl 88.
Considerada la exponente nacional juvenil más importante del país, teniendo en cuenta el cuarto lugar que alcanzó en los Juegos Mundiales Escolares de Río de Janeiro, ahora vive otro sueño: el mundial de atletismo Sub 20 que se disputará en el país, en 2024. Y allí, nuevamente, una medalla para la hija del viento.