Doce años tuvieron que pasar para que Ecuador volviera a subirse al podio en el Campeonato Mundial de Atletismo. La bandera tricolor reposó –por primera vez después de que Jefferson Pérez lo hiciera en cuatro ocasiones– sobre los hombros del velocista esmeraldeño Álex Quiñónez, medallista de bronce en Doha 2019.
Quiñónez cruzó tercero la meta ayer, en la final de los 200 m planos del certamen global, y le dio a nuestro país su quinta presea mundial en atletismo, después de las logradas por el legendario marchista cuencano en Sevilla 1999 (plata), París 2003, Helsinki 2005 y Osaka 2007 (las tres últimas, de oro).
Apenas tres centésimas separaron a Álex Quiñónez de la medalla de plata y quince de la de oro, en el Mundial de Atletismo #Doha2019 ► https://t.co/VAwgLJcXVT pic.twitter.com/NwYRYPQGIV
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Un tiempo de 19.98 segundos le valió el bronce al atleta esmeraldeño en Catar, donde terminó detrás del favorito estadounidense Noah Lyles (19.83 s) –el cuarto hombre más rápido en la historia en los 200 m– y el canadiense Andre de Grasse (19.95 s), quien otra vez se quedó sin poder ganar en un Mundial, debiendo conformarse con una plata.
“Estoy feliz, alegre de haber conseguido una medalla, aunque no es la que quería; pero hay que seguir trabajando y esforzándose cada vez más”, se sinceró emocionado el campeón panamericano en Lima 2019 y primer atleta ecuatoriano en pruebas de pista en lograr una medalla mundial, tras terminar la carrera en el Estadio Internacional Khalifa.
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El esmeraldeño de 30 años había marcado en las semifinales de Doha 19.95 s, tiempo que, de haberse repetido ayer, habría bastado para colgarse la presea de plata en la definición. Su mejor tiempo en la campaña (19.87 s) lo fijó el 5 de julio pasado, en la Liga de Diamante.
‘Revancha es a diario’
“La revancha es de todos los días; no es solo al conseguir la medalla (de bronce mundial), es que te sientas bien anímicamente con lo que quieres conseguir”, dijo ayer Quiñónez, séptimo en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y quien volvió al deporte en mayo del 2017 tras un lapso de ausentarse y ser separado por indisciplina, durante el cual se dedicó a arreglar motos con un tío.
La revancha es de todos los días; no es solo al conseguir la medalla (de bronce mundial), es que te sientas bien a diario con lo que buscas. Álex Quiñónez, velocista tricolor
El reto del velocista tricolor es colgarse una medalla en Tokio 2020: “Ese es el sueño. Hay que soñar, seguir soñando y seguir trabajando, porque no depende de los adversarios que haya sino de que uno mismo pueda conseguir las cosas”.
Finalmente, en declaraciones difundidas por la Secretaría del Deporte, Quiñónez agradeció el apoyo de los aficionados: “Estoy muy alegre de haberles regalado esta medalla, de seguir trabajando para conseguir cosas mejores. Les prometo siempre dar todo mi corazón”. (D)