Eliud Barngentuny y Valentine Kipketer encabezaron con sus victorias la barrida keniana en el maratón de Madrid, el más antiguo de España, que cumplía 41 años con una participación conjunta superior a los 35 mil corredores y una presencia femenina del 30 por ciento.
Valentine Kipketer aprovechó el perfil más favorable del nuevo recorrido para establecer, por más de un minuto, un nuevo récord de la carrera madrileña: 2h30:40, el mejor registro de la historia en un maratón en suelo madrileño.
En hombres, con la mejor marca de su vida (2h10:15), Barngentuny recuperó para Kenia el título que el año anterior se fue para Etiopía (gracias a Bonsa Dida) después de siete triunfos kenianos consecutivos. Se rodeó de compatriotas en el podio: Kenneth Kiplagat segundo con 2h10:24 y Alfonce Kibiwott tercero con 2h10:32.
La jornada empezó a las 8.30 con la primera carrera del tríptico madrileño -los 10 km-, que partía de la glorieta Emilio Castelar con 7.000 corredores por delante. 25 minutos después arrancaba el medio maratón, con 17.000, y a las 9.05 la carrera grande, Etiqueta de Oro de la IAAF, con 11.503. Había gente de 124 países en acción.
Por decisión municipal las carreras no pueden penetrar en El Retiro, donde tradicionalmente se instalaba la meta, de modo que el recorrido de esta 41 edición hubo de modificarse para acabar en la Plaza de Cánovas del Castillo, junto al Museo del Prado.
Con una temperatura de 17 grados en la salida -ideal para la elite- y un 55 por ciento de humedad, el parte meteorológico anunciaba problemas, por el calor, para los corredores que necesitaban más de cuatro horas, pero a cambio disfrutaban del privilegio de contemplar lugares emblemáticos de la capital, como Cibeles, Cuatro Torres, Puerta del Sol, Casa de Campo y Neptuno.
Las liebres -los kenianos Kirwa y Kiptum- tenían la misión de conducir al grupo selecto hasta el km. 27. Por el 15, con un parcial de 45:46, la cabeza iba seis segundos por debajo del récord de la prueba, pero el ritmo fue decayendo. Pasaron el medio en 1h04:36.
Kenneth Kiplagat, con una marca personal mediocre (2h14:05) rompió el paquete delantero en el último cuarto, seleccionando arriba un trío, con sus compatriotas Alfonce Kibiwot -tercero en Madrid 2016- y Barngetuny, que iban a dirimir el orden en el podio.
La pugna por el triunfo fue cosa de dos. Barngentuny, de 31 años, se quedó solo con Kiplagat y le dejó atrás en el último kilómetro.
Entre las mujeres, Valentine Kipketer reinó en Madrid dos años después de ser tercera en Chicago.
Javier Díaz Carretero, campeón de España de maratón hace doce años, ejercía aquí labores de liebre para las mujeres. Llevó al grupo a un ritmo de 2:30 y en el km 15 (53:52) iba claramente por debajo del parcial del récord de la prueba.
Cubrieron la mitad del recorrido en 1h14:15. La liebre malagueña se quedó arriba con Valentine Kipketer y la etíope Megertu Geletu, y a partir del km 25 solo con la primera, que no encontró oposición en la última fase. Diana Sigei fue segunda con 2h38:11 y Geletu evitó un nuevo triplete keniano al llegar tercera con 2h39:12.
El español Carles Castillejo plantó cara a los africanos en el medio maratón, que se disputaba simultáneamente, al llegar segundo a la meta con el mejor tiempo de un español en suelo madrileño: 1h03:29, mejorando el registro de 1h04:18 de Javi Guerra en 2017.
La victoria fue para un atleta que se prodiga en carreras españolas, el etíope Gizaw Bekele Megerssa, con 1h03:16.
Bekele se fue por delante a mitad de prueba. Tenía una marca personal de 1h02:19 (conseguida en Azkoitia) y, aunque Castillejo pensaba que era la liebre, venció con 1h03.16 sucediendo como ganador al aragonés Carlos Mayo. El récord (1h01:44) seguía en poder del keniano Kiptum, hoy liebre en el maratón.
Castillejo llegó muy cerca, segundo con 1h03:29 y pulverizando la mejor marca española en suelo madrileño. El keniano Samwel Kibiwot fue tercero con 1h03:42, y Javi Guerra, quinto, mejoró en dos segundos su marca.