Saludó a sus seguidores, hizo la señal de la cruz, miró al cielo y después extendió sus brazos para realizar su emblemática señal de triunfo.
Pero no ganó, sino todo lo contrario.
La despedida de Usain Bolt en el Campeonato Mundial de Atletismo de Londres, fue la antítesis de su exitosa y espectacular carrera.
El mundo de los deportes esperaba ver al "rey de las pistas" decir adiós con una medalla de oro colgada en su cuello y esa inconfundible sonrisa que marcó al atletismo durante una década.
Pero el episodio final de la brillante trayectoria del jamaiquino, el sábado pasado, estuvo muy lejos de ser épica.
Usain Bolt debutó profesionalmente en 2004. (Foto: Reuters)
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En su última carrera, al cierre de la prueba de relevos de 4x100 metros, Bolt mostró al mundo que también es humano.
Cayó al suelo y llevó las manos a su rostro para hacer menos evidente el dolor.
Así terminó la trayectoria como atleta profesional del hombre que posee nada menos que ocho medallas de oro olímpicas, once títulos mundiales y los récords mundiales en 100 y 200 metros.
Roberto Acosta Echevarria, director del portal deportivo Late.com.bo, lo vio triunfar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Explica así el fenómeno que el jamaiquino generaba antes de una carrera: "Bolt tenía todas las miradas encima, sabía qué cámara lo tenía enfocado, dominaba todo. Mientras los demás concentraban, él caminaba por la pista marcando distancia con el resto, haciendo su espectáculo".
"Londres dejó ese sabor amargo de verlo derrotado, algo nuevo, algo raro. Pero lo bueno de una leyenda como Usain Bolt es que es un hombre que nunca pierde, incluso cuando no gana", sentenció.
La sonrisa imbatible
13 años pasaron desde el debut profesional del "Relámpago" Bolt hasta el desgarro del isquiotibial izquierdo que puso fin a su carrera.
Cada triunfo suyo era más sorprendente que el anterior, pero su actitud fue la que terminó de conquistar al mundo.
Mientras aplastaba récords y acumulaba medallas, Bolt hacía parecer que sus triunfos no le costaban tanto.
Bolt se retira con ocho medallas de oro olímpicas, once títulos mundiales y los récords en 100 y 200 metros. (Foto: AFP)
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En los segundos finales de una competición, cuando la mayoría de los atletas enfoca toda su capacidad en rendir su último esfuerzo, el Relámpago miraba a las cámaras y soltaba su mejor sonrisa.
Presumía sus hazañas mientras las realizaba.
Sin embargo, la arrogancia del jamaiquino no generaba rechazo, sino regocijo.
Por eso millones de seguidores suyos en todo el mundo lo ovacionaban cada vez que imponía una nueva marca olímpica o lograba otro título mundial.
Y también compartieron su dolor tras ese desgarro con el que terminó su carrera.
Bolt tiene más de 19 millones de seguidores en Facebook y la cantidad de reproducciones de los videos con sus hazañas superan varias veces esa cifra en YouTube. (Foto: Reuters)
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Los homenajes al campeón
Bolt tiene más de 19 millones de seguidores en Facebook y la cantidad de reproducciones de los videos con sus hazañas superan varias veces esa cifra en YouTube.
El Relámpago no solo fue homenajeado por los atletas que compartieron con él su última carrera.
Pocas horas después de su no muy afortunada despedida, personalidades de todo el mundo rindieron honores al "más veloz de todos".
Figuras como el futbolista alemán Bastian Schweinsteiger o el excampeón francés de Fórmula 1 Alain Prost se sumaron a los tributos a Bolt que se multiplican en todo el planeta.
Así terminó la espectacular carrera de Usain Bolt. (Foto: PA)
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"Su leyenda será aún más grande, porque contaremos que sus rivales le rindieron sus triunfos como un homenaje, sus compañeros lo levantaron del suelo y lo llevaron en hombros cuando cayó lesionado", concluyó el periodista Acosta Echevarria.
"Para nosotros eres como un superhéroe. Eres como Flash", le escribió uno de sus seguidores.
"No sé si algún día volveremos a ver algo así. Fuimos privilegiados", publicó otro.
Lo más probable es que tarde o temprano otro corredor supere las marcas de Usain Bolt.
Pero también es posible que pase mucho tiempo ante de que volvamos a ver un atleta con esas características tan particulares.
Mientras tanto, como consuelo, nos quedará en la memoria la imagen pletórica del jamaiquino imbatible extendiendo sus brazos y apuntando al cielo después de romper otro récord mundial.