La Comisión de Árbitros ha demostrado que pueden ser capaces de modificar una cédula en función de 'proteger' los intereses de algún equipo en específico, por lo que Pablo Aguilar, jugador del América, podría librar la sanción de un año por la agresión que realizó en contra del silbante Fernando Hernández, en el duelo de Copa Mx ante Xolos.
Y es que Hernández consignó el empujón que el zaguero le propinó como "conducta violenta", omitiendo el empujón y el cabezazo que el paraguayo le propinó al término del encuentro que supuso la eliminación de Las Águilas del campeonato, lo cual, evidentemente, hubiera significado su inhabilitación por un año.
Esta cédula no sería la primera que es 'amañada' para proteger los intereses de un equipo, en este caso, el América, pues hace casi un año, el preparador físico de Matías Almeyda, en Chivas, fue expulsado en el Clásico Nacional por insultar al entonces árbitro auxiliar, José Luis Camargo: "La concha de tu madre, veme a la cara y dime por qué, concha de tu madre".
El reporte que Fernando Guerrero entregó en dicha ocasión, fue modificado para quedar únicamente en "ser culpable de juego brusco y grave".
La pregunta entonces es: ¿Por qué la cédula de la expulsión de Aguilar quedó únicamente en "conducta violenta"?, ¿hubo otra versión antes reportando el cabezazo y el empujón tal cual fue?
El reglamento de la Comisión de Árbitros, artículo 43, establece las "Obligaciones de los Árbitros" y dice que deben "enviar a la Comisión de Árbitros, en su caso, la ampliación al informe arbitral a efecto de que sea remitido a la Comisión Disciplinaria y a los Clubes correspondientes", aunque en ninguna parte de advierte que estén facultados a omitir un testimonio que sirva para establecer una sanción.
La Asociación Mexicana de Árbitros expresó su apoyo a los silbantes Miguel Flores (empujones en el Toluca vs. Morelia) y Fernando Hernández, por lo que irán hasta las últimas consecuencias con los jugadores involucrados en estos actos.