El político ruso Igor Lebedev, propuso legalizar las peleas entre los ultras del futbol y convertirlas en un deporte, para así buscar terminar con la violencia que rodea al balompié, a poco más de un año de que su país reciba el Mundial.
Lebedev es miembro de de la junta de la Federación Rusa de Futbol y asimismo, representa al Partido Liberal de Oposición Rusa y publicó esta idea en la página de internet de su partido, en donde "los aficionados tendrían como punto de reunión el estadio".
No es la primera vez que lo dicho por Lebedev genera polémica en el mundo del futbol, pues tras los incidentes que tuvieron los ultras rusos en la Eurocopa 2016, el diplomático los defendió, a pesar de haber sido deportados a su país.