Lo prometió y lo cumplió. El mexicano Juan Hernández viajó a Tailandia y no sólo se adueñó de la corona mundial pluma a Nawaphon Kaikanha, lo noqueó.
En menos de nueve minutos El Churritos impuso las reglas sobre el ring tailandés y amplió la racha de nocauts al sumar el sexto ante un peleador que acumulaba un total de 36 encuentros sin derrota.
El peleador que al inicio de su carrera vendía churros afuera del metro Auditorio, logró conquistar el sueño de coronarse al segundo intento, luego de que en el 2011 cayera ante el nipón Kazuto Ioka por decisión unánime en un intento por alcanzar la diadema mínima del Consejo Mundial de Boxeo.
Antes de su salida de México, Hernández aseguró que de su derrota ante Ioka consiguió la experiencia necesaria para sacar adelante a la que calificó sería la pelea de su vida.
A sbiendas de que necesitaría una victoria clara para salir de Tailandia con el cinturón bajo el brazo, Hernández se enfocó en el nocaut como la única vía de conseguir su cometido y aprovechó un momento de debilidad del oriental para obligar al réferi a parar las acciones.
Hernández Navarrete mejoró con esta victoria su foja a 34 triunfos y 25 KOs por dos derrotas. Mientras que el japonés sumó su primer descalabro profesional en una carrera de seis años.