Después de más de 20 años en activo donde cosechó dos medallas olímpicas y un campeonato mundial, la clavadista Paola Espinosa necesita tomarse un descanso. Su primer hijo está en camino.
Feliz, sin prisa alguna y, sobre todo, muy sonriente, la mexicana que destacó en la modalidad de plataforma de 10 metros está emocionada con su decisión de darse un tiempo y disfrutar al máximo la experiencia, aunque su meta está en volver y retomar su carrera justo en donde la dejó.
“Sé que suena difícil y, tal vez un poco loco, el regresar para Centroamericanos o Tokio 2020, pero mi bebé será la pausa más hermosa que tendré en mi carrera deportiva. Llevo muchos años haciendo este deporte y también necesito un descanso. Mi bebe es y será la pausa más hermosa en este sueño que son los Juegos Olímpicos. No sé cómo le voy a hacer, sinceramente. No sé de qué manera tenga que organizarme. Pero sé que puedo pues aparte tengo a Iván (García, su pareja y también clavadista) que me apoya al 100 por ciento”, dijo en entrevista con La Afición.
El preguntarle que sipuede imaginar lo que será Tokio 2020 y su hijo en las gradas hace que asome una amplia sonrisa:
“Por su puesto. Claro que si, este bebé es ahora el motor de mi vida. Mi inspiración. Me lo imagino perfecto, él ahí en las gradas con su papá y yo en el trampolín, pues yo ya me dedicaría al trampolín nada más. Me encantaría darle la satisfacción y yo voltear a verlo y ver que me aplaude en cada clavado y ojalá y tenga la oportunidad de aplaudir cuando yo esté en el podio con mi medalla e igual con su papá”.
Paola explicó que a pesar de ser algo que tenía contemplado, la sorpresa ha sido un ingrediente que la ha acompañado en el cambio tan drástico y que a pesar de lo complicados que han sido los primeros tres meses con los mareos, vómitos y “achaques” que la han tenido recluida en su casa en Guadalajara, se siente como nunca.
“Los doctores no me dejaron hacer nada de ejercicio, entonces estoy como león enjaulado. porque no se qué hacer, pues tampoco puedo caminar tanto. Son miles de cosas a las que yo no estoy acostumbrada a hacer. Pero todo el mundo me dice, y espero que así sea, que después de los tres meses va a pasar y me voy a sentir mejor “, explicó Paola.
Con el cambio de rutina y el tiempo libre, Paola se ha permitido pensar en cómo y de qué forma le gustaría acomodar su nueva vida, pero eso no la exime de los nervios y el temor a la incertidumbre.
“Me pasan muchas cosas por la cabeza, todo el tiempo estoy pensando en qué sigue... He sido una mujer y una persona que se perfectamente lo que haré en el día. Soy tan terca, disciplinada en cada cosa. Sé perfectamente que pasará en mi día y ahora, por primera vez en mucho tiempo, no lo sé. Pero mantengo la calma, vengo de una familia en donde mi mamá y mi papá trabajaban mientras yo era una bebé. Sé que voy a poder acoplar mis tiempos”, abundó.
Paola y el clavadista Iván García esperan la llegada de su primer hijo para la primera quincena de agosto y aunque desconoce aún el sexo de su bebé, aseguró estar con la emoción a flor de piel pues aseguró que hasta hoy no hay alguna sensación con la que pueda comparar el sentimiento.