L os antecedentes de Julio César Chávez Jr. de fallar en la ceremonia de pesaje obligaron a Saúl Álvarez a establecer un límite claro: si Julio falla el peso pactado no solo pagará un millón de dólares por cada libra que exceda, sino que si se pasa por cinco libras o más... no habrá pelea.
Dentro del contrato de la pelea está estipulado que el duelo no titular se puede cancelar 24 horas antes si el hijo del ex campeón sinaloense ronda las 169 libras (76.657 kilogramos).
Podría ser una gran presión para Julio César, pero la seguridad de él y su equipo es tanta que por eso firmaron el contrato y ya planean su campo de entrenamiento, que se asentaría en el Centro Ceremonial Otomí, donde su padre solía prepararse.
"Canelo, me caes bien, pero te voy a ganar, escúchalo bien", escribió el mexicano en su cuenta de Twitter y aseguró que la era, en donde ha elegido rivales seguros, ha terminado.
"A los hombres fuertes les pasa lo que a los barriletes; se elevan cuando es mayor el viento que se opone", abundó.
Chávez, quien busca asegurar una revancha obligando a Canelo a hacer vigente la cláusula derrotándolo, está por definir quién será el encargado de su esquina de cara al 6 de mayo, ahora que hubo un distanciamiento con su último entrenador, el mexicoamericano Robert García y hace tiempo que cortó relaciones con Freddie Roach.
"Julio ahora es un muchacho mucho más centrado y trabaja diferente de cara sus compromisos. Vamos a trabajar puntos específicos y ajustaremos otros que percibí en su última contienda. Me enfocaré en fortalecer sus puntos débiles que en el pasado le causaron estragos. Como la velocidad y la condición física. Sin duda Dominic Britsch fue un buen parámetro para empezar a trabajar", dijo a La Afición Guillermo Heredia, preparador físico del sinaloense que mantiene un récord de 50-2-1 con 32 nocauts.
Heredia, quien se sumó al equipo en la preparación pasada, explicó que a diferencia del compromiso anterior esta vez tendrá el tiempo suficiente para trabajar todos los ángulos de la misma manera, cuestión que le permitirá a Julio César mostrar una faceta que hasta ahora no se ha visto de él.
"Podrá mantener la pelea en un nivel máximo de presión sin lidiar con los problemas del pasado. Esto es porque el foco ya no estará en rebajar el peso excedente, pues esta vez desde que peleó hemos estado controlando el peso. Trabajará para una buena condición física y no para cumplir con la báscula. No tengo dudas", abundó.
Dentro del contrato también está estipulado que en los siguientes cuatro meses tanto Canelo como Chávez Jr. serán sometidos a pruebas aleatorias antidoping.