El boxeador británico Nick Blackwell, sorprendió al mundo al despertar hoy de su segundo coma sufrido durante este 2016.
La historia de necedad y superación del pugilista de apenas 26 años, se remonta al pasado mes de marzo, cuando sostuvo un combate ante su compatriota Chris Eubank Jr. quien le propinó semejante golpiza que por poco acaba con su vida.
Blackwell terminó en el hospital con un coma inducido producto de una hemorragia cerebral; tuvo fortuna al despertar a las pocas semanas y tomar la –entonces- prudente decisión de abandonar los encordados.
En octubre, y visiblemente recuperado, el inglés recibió una licencia como entrenador de boxeo, misma que sería su pasaporte a una nueva lesión.
Nick tuvo un entrenamiento no autorizado que lo mandó de nuevo al hospital, en esta ocasión no evadió el quirófano y se le abrió el cráneo para reducir la inflamación en el cerebro; los médicos auguraban un futuro escabroso para el boxeador.
"No sabemos que le pasó por la mente al Nick en el momento de subirse a ese ring", dijo un amigo cercano a Daily Mirror sin saber que Blackwell sorprendería al despertar de esa acción kamikaze.