La lesión de Tomás González en mayo pasado fue un golpe tan duro como imprevisto para las aspiraciones de Chile en los Juegos Panamericanos. El gimnasta era una de las piezas con más opciones de pelear un oro en Toronto, especialmente en la prueba de salto y suelo.
Sin él, entonces son otros los que tendrán la responsabilidad de intentar alcanzar la proyección de medallas doradas que delineó el Coch en la planificación original y que tuvo énfasis en mejorar las tres conseguidas en Guadalajara 2011.
Precisamente los tres que se subieron a lo más alto en México aparecen nuevamente entre las grandes esperanzas. Kristel Köbrich en los 800 metros libres de natación, Alberto González en Vela y el atleta Daniel Pineda en salto largo, no llegan como grandes favoritos en cada una de sus pruebas, pero sí con la opción real de repetir el primer lugar de México.
No son los únicos que están en la misma posición. Otros, como Felipe Miranda y María José Moya también arriban a norteamerica precedidos de éxitos mundiales en sus categorías y con la gran opción de alcanzar su primer oro en esquí naútico y patín carrera, respectivamente.
Sí de pelear igual de igual el oro se trata, más nombres salen a la mesa. Natalia Duco (lanzamiento de la bala), Bárbara Riveros (triatlón), Francisca Crovetto (tiro skeet), Paula Silva (esgrima) tendrán al frente rivales complicadas, pero la experiencia de su lado.
La lista de posibles candidatos la cierran Carlos Oyarzún en ciclismo, los tenistas Hans Podlipnik y Nicolás Jarry; Felipe Aguilar y Mark Tullo en golf y los primos, Esteban y Marco Grimalt en voley playa. Todos, destacados en sus disciplinas y capaces de pelear un podio.