El mismo día que el conjunto armero echa a andar de cara a la que posiblemente sea su segunda temporada consecutiva en Primera División, el jugador cordobés enciende el primer culebrón del verano en la localidad guipuzcoana -con permiso del descenso administrativo del Elche dictado por el Juez único de la LFP- al no presentarse al primer entrenamiento fijado por José Luis Mendilibar.
El centrocampista de Montoro desea abandonar la disciplina azulgrana al “no sentirse valorado” por el club. Aunque en un principio el jugador tendría contrato en vigor en el caso de que la escuadra eibarresa se mantuviese en la máxima categoría, el futbolista, que ha consultado su caso con la AFE y la Federación Española, ha manifestado que “como el Eibar, a fecha 30 de junio, no tenía la licencia federativa de Primera División, su contrato no tiene validez”.
La entidad armera, por su parte, piensa lo contrario y en palabras del presidente, Alex Aranzábal, “el jugador tenía contrato y el club contaba con él”, a la vez que ha reconocido que, dadas las circunstancias “se negociará la rescisión del contrato de forma inminente”.
Primer día de Mendilibar
En el plano meramente deportivo, y tras dos días de reconocimientos médicos, el técnico de Zaldibar ha estrenado hoy su segunda etapa al frente del banquillo de Ipurua con doble sesión doble de trabajo, por la mañana a puerta cerrada en Arrasate y por la tarde en Ipurua, delante de cerca de un centenar de seguidores eibarreses.
El entrenador vizcaíno, a falta de que lleguen nuevas incorporaciones al equipo, ha dispuesto únicamente de nueve jugadores del primer equipo a los que se han sumado una docena efectivos entre canteranos y juveniles del club para poder trabajar en las mejores condiciones posibles.