Fidel Castro, ex dictador cubano, falleció el viernes a los 90 años. Las consecuencia de su liderazgo en la isla es por todos conocidos, pero un aspecto pocas veces abordados es el crecimiento del deporte cubano tras su ascenso al poder. Muestra de ello son las medallas obtenidas por Cuba durante sus participaciones en los Juegos Olímpicos: 77 de oro, 65 de plata y 71 bronce; 207 preseas en total.
Años antes del régimen castrista, Cuba solo era potencia en un solo deporte, el boxeo. El béisbol estaba en pleno crecimiento. Pero faltaba un gran plus: encontrar a jóvenes deportistas que con el tiempo se transformaran en deportistas de élite.
El gobierno de Fidel Castro creó Escuelas de Iniciación Deportiva (EIDE). Paralelamente, surgieron los primeros Juegos Nacionales Escolares. Todos los estudiantes podían pracitcar los deportes que desearan. Gracias a ello, el judo, ciclismo, el mismo béisbol, y esgrima tuvieron un apogeo explosivo con el paso de los años.
En los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, Cuba pisó el podio con su selección de béisbol al conseguir la medalla de oro tras vencer Estados Unidos, una potencia en este deporte. Un año antes, La Habana albergó los Juegos Panamericanos.
Amigo de grandes deportistas
La relación más estrecha que tuvo Fidel Castro con el mundo del deporte tiene a Diego Armando Maradona como figura principal. El 'Pelusa' siempre le hizo saber su admiración. Además, le enviaba cartas para conocer su estado de salud.
“El pasado 11 de enero salí de La Habana con la felicidad de saber que estabas bien y con el orgullo de ser portador, una vez más, de tu mensaje, de tu eterna amistad y de tu preocupación por los problemas del mundo”, fue parte del texto de la estremecedora carta de Maradona difundida tras su muerte.
Asimismo, Fidel Castro recibió en 1996 a la leyenda del boxeo - recientemente fallecido este año - Muhammad Ali. El momento más anecdótico fue cuando Castro le dijo a "The Greatest" que le diera un golpe. “Golpéame aquí, dale”, expresó.