Dos goles de bella factura de Manu Trigueros y Roberto Soriano, le dieron al Villarreal una tranquila victoria frente al Real Betis en la que los castellonenses manejaron el partido tras el gol de Trigueros en la primera parte, tras un inicio igualado.
La primera parte tuvo dos mitades muy diferentes, en las que el Villarreal fue creciendo poco a poco, tras unos primeros veinte minutos muy equilibrados y con muy poco peligro para los dos equipos.
El equipo de Fran Escribá quería hacerse con el control del juego, pero su falta de acierto en los pases y un Betis bien colocado, lo impedía y aunque no sufría en defensa llegaba muy poco al área del equipo amarillo.
Todo cambió a los veintidós minutos, cuando Trigueros buscaba un disparo de lejos a la escuadra con el que superaba a Adán y abrió el marcador. Ese gol cambió todo, ya que el Betis perdió su seguridad y el Villarreal creció en confianza.
Los locales pudieron sentenciar el partido en los siguientes tres minutos, en los que Sansone y Soriano, tuvieron el segundo gol para su equipo, aunque sin suerte, si bien el control del Villarreal fue ya muy claro y las llegadas, los saques de esquina y los remates se sucedían y ponían al Betis contra las cuerdas.
La segunda parte comenzó con un Betis voluntarioso y buscando la pelota para intentar equilibrar el partido, mientras que el Villarreal consciente de que contarían con opciones y espacios, buscaba el peligro sin acelerarse.
Así, el Villarreal tuvo que esperar poco, ya que a los ocho minutos de este periodo era Roberto Soriano el que como Trigueros buscaba el remate desde la frontal del área y, como el centrocampista, lograba superar a Adán con un fuerte disparo que entraba por el centro de la portería.
El tanto desdibujaba de nuevo al Betis, que veía como le caían una tras otra varias ocasiones que pudieron sentenciar el encuentro. Además, Gustavo Poyet decidía poner todo en el campo, con lo que hacía los tres cambios de golpe y daba entrada a Rubén Castro, Nahuel y Alex Alegría.
Pero la apuesta del Betis no daba con la tecla para generar peligro, por lo que los minutos pasaban y el Villarreal vivía con tranquilidad esa segunda parte.
Tan solo algunos disparos lejanos llegaban a las inmediaciones de Sergio Asenjo, que el portero paraba sin problemas. Un disparo de Nahuel que se marchaba desviado era la última jugada con peligro del partido para el Betis, mientras que el Villarreal la tuvo con Sansone que no supo finalizar una buena jugada ante Adan con la que acabo el partido.
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