México está por albergar su décimo séptimo Gran Premio de Fórmula Uno, tomando en cuenta que la primera carrera, celebrada en 1962, no otorgó puntaje para el campeonato de ese año; la disputa del próximo domingo, 30 de octubre, será la segunda tras 23 años de ausencia de la máxima categoría del automovilismo en el país.
Desde que El Gran Circo fuera fundado, en 1950, son seis los pilotos que han representado a México en esta esfera, siendo el tapatío Jorge 'Checo' Pérez y el regiomontano Esteban Gutiérrez, los actuales portavoces de nuestra nación.
LA ERA RODRÍGUEZ
Ricardo Rodríguez fue el primer piloto nacional en correr los circuitos de Fórmula Uno, también hizo historia al ser el más joven en disputar esta categoría en su época.
Considerado por muchos como el mejor conductor que pudo tener México, El 'Coco' Rodríguez falleció trágicamente, al estrellarse en la curva peraltada del autódromo que hoy lleva por nombre su apellido y el de su hermano Pedro.
Como piloto de Ferrari, brilló en 1961, en el Gran Premio de Monza, Italia, consiguiendo clasificarse como segundo en el emparrillado de salida; no terminó dicha carrera, pero dejó un buen sabor de boca en la escudería del Cavallino Rampante.
El único podio que consiguió fue en el Gran Premio de Pau, en Francia, en 1962, una carrera no puntuable donde quedó por detrás del líder Maurice Trintignant.
Dos años después del debut de Ricardo, en 1963, su hermano mayor, Pedro Rodríguez, entraría a escena para marcar un parte aguas en el automovilismo mexicano.
A bordo de su monoplaza Lotus, Pedro rodó sus primeras carreras en Estados Unidos y México, después portaría los colores de otras escuderías como Cooper, BRM y Ferrari.
En ocho años en activo, El 'Güero' Rodríguez conquistó siete podios, logrando lo que hasta ahora ningún otro piloto ha conseguido, que se escuche el himno nacional dos veces en lo más alto del pedestal, luego de ganar los Grandes Premios de Sudáfrica (Cooper) y Bélgica (BRM), en 1967 y 1970, respectivamente.
La trayectoria de Pedro no fue exclusiva de la Fórmula Uno, pues además participaba en pruebas de resistencia donde pudo tener como coequipero a su hermano Ricardo.
Fue precisamente en una de estas pruebas, en las 200 millas de Norisring, en Alemania, donde un 11 de julio de 1971, el piloto mexicano sufrió un trágico accidente que le costó la vida. Un acontecimiento que paralizó al país por el buen momento que atravesaba y el renombre que había conseguido a nivel mundial.
EL PILOTO EMPRESARIO
El piloto mexicano, Héctor Rebaque, llevó su pasión y talento adquirido en categorías menores del automovilismo nacional a la Fórmula Uno, donde debutó en 1977, con la escudería Hesketh Racing, donde tuvo algunas desafortunadas actuaciones.
Los malos resultados lo llevaron a fundar su propia escudería: Team Rebaque. Corrió con un coche propio denominado Rebaque HR100, donde los resultados tampoco fueron los deseados, siendo el Gran Premio de Hockenheimring, Alemania, en 1978, su mejor actuación; culminó la carrera en sexta posición.
Héctor fue reconocido por tomar la Fórmula Uno como un entretenimiento más en su vida, pues su verdadera pasión, eran los negocios, mismos que atendía apenas culminaran las cerreras que disputaba. Sin importar donde estuviera, Rebaque tomaba un avión de inmediato y volvía a México para encerrarse en su despacho.
En 1983, tras haber firmado con la escudería Braham, Héctor puso punto final a su carrera en el automovilismo.
LA PESADILLA DE LOS HERMANOS RODRÍGUEZ
A la par de lo que Pedro y Ricardo Rodríguez lograban detrás del volante, hubo otro piloto mexicano que, con un perfil mucho más bajo, nunca desentonó con sus actuaciones; de hecho, coincidió en varias carreras con los famosos hermanos, a quienes frecuentemente veía por el retrovisor.
Moisés Solana Arciniega fue un ferviente practicante del deporte Jai Alai, pero su linaje lo llevó a combinar la pelota con los motores, siendo, su primer gran evento, la tradicional Carrera Panamericana, en 1954.
La velocidad se volvió una droga para Solana, por ello probó suerte en la Fórmula Uno, donde participaba casi exclusivamente en los Grandes Premios de México y Estados Unidos.
Sus dotes levantaron el interés del mismísimo Enzo Ferrari, quien lo invitó a realizar pruebas en Módena, Italia, a bordo de vehículos construidos para competir en la F2.
El originario de la Ciudad de México no solo fue la 'piedra en el zapato' de los hermanos Rodríguez, sino que compartió el trágico destino de Pedro y Ricardo, estrellando su auto en una carrera celebrada en Valle de Bravo, en 1969, muriendo instantáneamente.
UN DIAMANTE EN BRUTO
Con apenas 25 años, Esteban Gutiérrez puede considerarse un experimentado del automovilismo profesional. Desde que hace seis años, en 2010, brillara en la categoría GP3, donde mostró enorme calidad al coronarse en la primera edición de esta competencia.
Pasó por la GP2, donde tampoco desentonó, dando el brinco definitivo a la máxima categoría del automovilismo, donde debutó en 2013 con la escudería Sauber.
Las primeras temporadas del piloto regiomontano estuvieron llenas de altibajos, en gran medida por las dificultades técnicas con las que tuvo que lidiar en su monoplaza; no obstante, fue elegido por el público como el novato del año en dicho campeonato, siendo recordado por aquella carrera en Japón, donde termina décimo cuarto en la clasificación y al final logra remontar siete posiciones hasta cerrar en el séptimo peldaño, maniatando a un Nico Rosberg que nunca pudo darle alcance.
A pesar de convencer con su primera temporada a la escudería con sede en Suiza, el mexicano sería dado de baja en noviembre del 2014, iniciando así una nueva aventura como piloto de pruebas en Ferrari, donde en alguna ocasión corrieron otros destacados pilotos mexicanos.
Su revancha en el Gran Circo llegó en 2015, cuando la escudería estadunidense, Haas, lo confirmó como su piloto titular para el Mundial del 2016, donde actualmente milita y espera tener una favorable participación en el Gran Premio de México.
EL PRESENTE Y FUTURO DE MÉXICO
Sin demeritar la labor que Esteban Gutiérrez intenta hacer con sus limitados recursos materiales, Sergio 'Checo' Pérez se erige como el mejor piloto mexicano en la Fórmula Uno en la actualidad.
El piloto mexicano debutó en la categoría reina del automovilismo el 27 de marzo de 2011, impulsado por una gran trayectoria en categorías inferiores.
A bordo de su Sauber, el piloto tapatío no desesperó ante un primer año de contrastes, donde su mejor actuación fue un séptimo lugar conseguido en el Gran Premio de Gran Bretaña, en 2011.
El 2012 fue, sin duda, uno de los mejores del automovilista en seis años en Fórmula Uno; aún con los colores de la escudería suiza, 'Checo' logró tres podios en ese año, un tercer sitio en Canadá y dos segundas posiciones en Malasia e Italia, más de lo que su equipo pudo siquiera imaginar.
Su talento lo volvió objeto de deseo de otras escuderías, aunque su estancia en McLaren, en 2013, no fue lo que el mexicano esperaba, aun así, sumó puntos en once carreras, siendo el Gran Premio de la India, su mejor actuación, quedándose a dos sitios del podio; casualmente, sería una escudería de este país, su nueva casa en la F1.
Sahara Force India anunció a Sergio Pérez como su piloto titular para la temporada 2014. Desde entonces, el mexicano ha cosechado otros cuatro podios, dando alcance a los siete con los que Pedro Rodríguez hizo historia en nuestro país.
Con mucho futuro por delante, y habiendo asegurado un año más su presencia en este equipo, a 'Checo' le queda pendiente subir a lo más alto del podio, al menos, en dos ocasiones, para poder así equipararse al mayor de los Rodríguez.
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