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El primer duelo de singles entre peruanos y portugueses fue protagonizado por Bueno y Borges. Impulsado por el aliento de una afición que gritaba “eso, eso, eso… ‘Gonza’, ‘Gonza’, ‘Gonza’”, pero sobre todo, por sentir otra vez muy cerca a su familia después de una gira de varios meses por Europa con un título Challenger de por medio (República Checa), Gonzalo consiguió el triunfo más importante de su carrera a nivel por el ránking en el que se encontraba su rival de turno, que algún momento fue top 30 de la clasificación ATP.
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Bueno tuvo un arranque arrollador, quebrando inclusive a Borges. No obstante, el portugués también demostró toda su clase, de porqué está en la élite, estudió los golpes del trujillano, se asentó mejor en la arcilla y se terminó llevado el set por 6-3. Hasta ahí no se estaba cumpliendo lo planeado por ‘Gonzo’ y Lucho Horna, capitán del equipo peruano de Copa Davis. Pero todo cambió en el segundo set con una mayor concentración de la segunda raqueta nacional, paciente cuando tenía que defender y fiel a su estilo, agresivo, fuerte, cuando había que atacar.
De esa forma se emparejó el partido con un 6-2 a su favor y con sensaciones que invitaban a soñar en grande, a que uno de esos batacazos que se suelen dar en la Copa Davis sea en Lima. Precisamente, en ese decisivo tercer set entró a calar el factor corazón, lo emocional, el apoyo de la hinchada, el aliento de sus padres en la grada y el “pico y pala” que exclamaba Horna, de la persona que lo ha visto desde sus inicios como junior a los 9 años. Toda esta serie de factores, sumado al ya buen tenis que venía demostrando ‘Gonzo’, salvando, inclusive, puntos de break en contra, con un paralelo impecable, lo guiaron hacia un triunfo histórico.
Echado boca arriba sobre la arcilla iniciaba su celebración: el primer punto para Perú, el que muchos no esperaban, pero el que él, su familia, su capitán, su equipo, con quienes se abrazó de forma eufórica, sí creían que lograría. ‘Gonzo’ no solo encaminó un viernes memorable para el equipo peruano, sino que consiguió uno de esos triunfos que pueden cambiar el panorama de su carrera en un futuro cercano. Le pasó a Ignacio Buse en la serie de febrero del año pasado ante Chile, frente a Nicolás Jarry, entonces top 20 del ránking mundial. Ahora, podemos estar frente a un escenario similar.

En el segundo turno de la jornada de encuentros de singles, la primera raqueta peruana saltó a la arcilla con los sentimientos encontrados. Ignacio Buse (112° ATP), la sensación del tenis peruano y del deporte nacional después de competir por primera vez en el cuadro principal de un Grand Slam —US Open— y conquistar el Challenger 125 de Sevilla, volvía a jugar en el país después de más de dos años, pero en un escenario que lo motivaba no solo por la mística de llevar el apellido de su abuelo paterno —estadio Hermanos Buse— sino también porque su abuelo materno estaba en la tribuna observando su desempeño.
La performance de ‘Nacho’ fue sobria, “limpia” como aseguró Lucho Horna en la conferencia de prensa post partido. No tuvo ningún inconveniente frente a Jaime Faria (115° ATP) a quien en el primer set no le dio opciones a que reaccione y selló un 6-0 a su favor que solo refleja el buen momento por el que está pasando en el circuito profesional. Curiosamente, solo tres posiciones en el ránking ATP son los que lo separa, pero el viernes, en la arcilla del recinto que lleva su apellido, parecía que solo había un tenista en el campo y ese siempre fue el ‘colorado’.
En la segunda manga, Buse pudo mantener la intensidad con la que empezó el ‘match’, pero también, Faria, pudo ganar un par de games, aunque nunca pudo ni acercarse al nivel que mostraba Buse, con un potente revés y un potente servicio. El físico fue otro factor que ha mejorado notoriamente el tenista de 21 años y el público peruano se pudo deleitar con sus rápidas transiciones, sellando una segunda manga por 6-2 y entregándole al Perú el segundo punto de la serie después de solo una hora y nueve minutos de juego.
Lo destacable es que Ignacio no tuvo un gran desgaste, pues está nominado por Lucho Horna como el acompañante de Juan Pablo Varillas para el duelo de dobles de este sábado, a jugarse desde las 2 p.m. en el estadio Hermanos Buse. Eso sí, Lucho Horna puede cambiar de jugador una hora antes del encuentro, pero luego del triunfazo en los duelos de singles, el capitán del equipo peruano aseguró que todavía no lo tenía claro lo de mantener esa dupla o de modificarla. Queda claro que hoy, horas antes del ‘match’, dará a conocer su decisión, la cual puede ser determinante, pues de ganar Perú el punto, se quedaría con la serie y accedería a la Qualifiers de la Copa Davis del próximo año.
“Lo hemos hablado en el camarín, falta muchísimo todavía. Mañana quedan tres puntos y nos estamos enfrentando a un equipo de muchísima categoría y sabemos que puede pasar cualquier cosa. Ahora [ayer] toca la recuperación y estar concentrados para mañana [hoy]”, aseguró un prudente Luis Horna pese a las victorias de sus dos primeras raquetas.
El extenista reconoce que la dupla portuguesa es fuerte, con Francisco Cabral como número 31 del mundo en el ránking de dobles de la ATP y del mismo Borges dentro del top 100 en esta modalidad (93° ATP). No obstante, la esperanza del equipo peruano sigue siendo el “pico y pala” de Horna, del factor corazón y emoción de lo que significa jugar en casa, frente a su gente, ante su familia.
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