Un tribunal federal de comercio detuvo el intento del presidente Donald Trump de imponer aranceles generalizados a las importaciones, argumentando que excedía los límites legales establecidos por la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA).
La decisión fue el resultado de múltiples demandas que alegaban que el jefe de Estado actuó más allá de sus facultades, dejando la política comercial de Estados Unidos sujeta a sus decisiones personales sin supervisión del Congreso. Según el tribunal, sus medidas arancelarias globales y de represalia no están autorizadas por esa ley. ¿Qué más se sabe al respecto? Todos los detalles en esta nota.

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¿Qué más supone el fallo contra los aranceles de Donald Trump?
Según Associated Press, el tribunal no sólo bloqueó los nuevos aranceles amparados en poderes de emergencia, sino que también cuestionó la base legal de algunas de las políticas comerciales más agresivas del presidente. Aunque se mantiene vigente parte de los aranceles impuestos bajo otras leyes, como la Sección 232 (relacionada con seguridad nacional), la sentencia subraya que solo el Congreso puede autorizar nuevas tarifas en el marco legal que Trump invocaba.
Además, el fallo aclara que Trump aún podría, bajo ciertas condiciones, imponer tarifas temporales de hasta el 15 % durante 150 días según la Ley de Comercio de 1974. Sin embargo, para aplicar aranceles más duraderos o generalizados, necesitaría la aprobación legislativa. La Casa Blanca apeló la decisión, lo que podría llevar el caso a la Corte Suprema.
¿Cómo defendió Donald Trump su política arancelaria?
Trump ha defendido firmemente el uso de aranceles como una herramienta para presionar a otros países y renegociar acuerdos más favorables para Estados Unidos. Según él, estas medidas obligarían a las empresas extranjeras a trasladar la producción al país, generarían empleos industriales y ayudarían a reducir el déficit fiscal.
Desde su perspectiva, el déficit comercial representa una "emergencia nacional" que justifica la acción ejecutiva sin aprobación del Congreso. Su administración también ha señalado que hay precedentes, como el uso de aranceles por parte de Richard Nixon en los años 70.
El portavoz de la Casa Blanca, Kush Desai, sostuvo que los tribunales no refutaron que los déficits hayan afectado a las comunidades estadounidenses y debilitado la economía. Aun así, por ahora, Trump no podrá usar los aranceles como palanca inmediata para moldear la economía global como pretendía.