La fortuna se ha olvidado de Guillermo Ochoa. Aquel que llegara a ser de los cancerberos más solventes en sus inicios en el futbol nacional, hoy, pese a vivir su idilio europeo, ese por el que decidió salir del América hace algunos años, se ha convertido en uno de los porteros que más goles han recibido en el inicio de distintas justas en el Viejo Continente. Lo que parecía un sueño, se ha transformado en pesadilla. La trayectoria de Ochoa en Europa no ha sido sencilla.
A mediados de 2011 se confirmó su traspaso al modesto Ajaccio de Francia, luego de por lo menos un par de años de intentar salir del América. En algún momento, se llegó a mencionar incluso el interés de equipos de la Premier League por sus servicios, pero no. Recaló en Córcega, tierra de Napoleón Bonaparte y ahí dio muestra de su calidad.
Con el Ajaccio padeció el luchar temporada tras temporada por el no descenso, y aunque sus cualidades resaltaron por las carencias defensivas del equipo, a mediados de 2014, antes del Mundial, el cuadro desapareció del máximo circuito al quedar entre los últimos tres sitios (20 de 20). A la par de naufragio en los cocientes, el contrato de Ochoa terminaba. Con Brasil como gran prueba, Memo aguardaba por actuaciones que le devolvieran protagonismo internacional.
Y así fue. Brasil 2014 consolidó al guardameta con la selección mexicana. Sus lances mantuvieron la esperanza de trascender en la justa, sobre todo ante el anfitrión, contra el que se recuerda una parada a mano cambiada, abajo, luego de un cabezazo de Neymar, que ya se enfilaba a cantar el gol. Después de la Copa se habló del interés de equipos españoles por él. Se mencionó a la Real Sociedad y al Getafe, entre otros, pero semanas después fichaba por el Málaga. Había un inconveniente de nombre Carlos Kameni.
El camerunés era el dueño del arco y Memo lucía como una amenaza a su trabajo. Con Málaga firmó por tres años y aunque era consciente de que sería suplente, confiaba en hacerse de la titularidad. No sucedió. La primera campaña solo vio acción en la Copa del Rey y en la segunda, una lesión del rival al final del año, le abrió la posibilidad de tener más minutos. El ambiente era tenso en Andalucía, tanto, que en una entrevista el propio Kameni confesó la ruptura con el mexicano: "no nos hablamos, la relación es meramente profesional".
Este verano, a falta de un año para que culminara su contrato con el Málaga, cansado de la suplencia, buscó su salida. La respuesta vino del modesto Granada, que se fijó en sus servicios y apostó por él para salvarse de la quema del descenso que le apremia.
Con Paco Jémez en el timón y la titularidad garantizada, Memo aceptó el reto. Vendría lo más complicado. Luego de seis fechas en el campeonato ibérico, ya con Jémez destituido, ubicados en el último peldaño, momentáneamente, con cinco derrotas y apenas dos empates, Granada es el cuadro más goleado en España.
Ochoa ha recibido 16 anotaciones. Lo que parecía una oportunidad para borrar el pasado negativo, se ha convertido en un calvario. Por si fuera poco, el Granada, con Memo, se ubica en el quinto peldaño del equipo y portero que más goles ha recibido en el inicio de las 12 competencias más relevantes en el Viejo Continente. Delante, el Westerlo de Bélgica, el Zwolle de Holanda, el West Ham de Inglaterra y el Werder Bremen de Alemania. Ochoa pasó de ser un desconocido suplente, a ingresar al top fi ve de los arqueros que más tantos permiten. A sus 31 años, si bien mantiene un nivel importante y su posición le permite ser longevo, la línea descendente de su carrera comienza a pronunciarse. El tiempo no pasa en vano. Antes, Ochoa era factor en el Ajaccio para evitar derrumbes y goleadas cada fi n de semana, para mantener la categoría; ahora, el inicio con el Granada le ha hecho ver que las cosas han cambiado. Este fi n de semana recibirá al Leganés, a la espera de comenzar a iluminar el oscuro panorama.