Real Madrid se plantea la posibilidad de no jugar la final de la Copa del Rey frente al Barcelona, que debe disputarse este sábado 26 de abril, como respuesta a la controversia provocada por comentarios recientes del árbitro designado, Ricardo de Burgos Bengoetxea.

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A través de un comunicado, el club 'merengue' se expuso en contra de las declaraciones del árbitro que se encargará de impartir justicia en la definición del campeón de la Copa del Rey y solicitó que haya un cambio de réferi para que asistan al clásico español. Como medida inicial no participaron en ningún acto institucional previo como la conferencia y cena de confraternidad.
"Estas manifestaciones, que han puesto el foco de manera sorprendente contra los vídeos de un medio de comunicación amparado en la libertad de expresión, como es Realmadrid TV, realizadas de manera premeditada 24 horas antes contra uno de los participantes de la final, demuestran, una vez más, una clara y manifiesta animadversión y hostilidad de estos árbitros contra el Real Madrid", se lee en el comunicado.
"Declaraciones aún más sorprendentes todavía, bajo un tono amenazante, aludiendo a la unidad de los árbitros, para anunciar supuestas medidas o actuaciones que distan mucho de los principios de equidad, objetividad e imparcialidad que deberían imperar a escasas horas de un acontecimiento futbolístico que centra la atención de cientos de millones de personas en todo el mundo", finaliza el documento.
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