Los teléfonos inteligentes, las computadoras y otros productos electrónicos han quedado exentos de la creciente guerra comercial entre la administración del presidente Donald Trump y China. Según un aviso publicado el viernes por la noche por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), una serie de productos tecnológicos populares y relevantes para el consumidor estadounidense no estarán sujetos a aranceles, lo que ayudará a proteger al público de los aumentos en los costos de artículos que son omnipresentes en la vida cotidiana.

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¿Cuál es el motivo de la eliminación de los aranceles globales para los smartphones y computadores en EE. UU.?
El aviso detalla las exenciones que abarcan varios productos electrónicos, incluidos teléfonos inteligentes y componentes que ingresan a Estados Unidos desde China. Las exenciones fueron reportadas inicialmente por la AFP. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, comentó en un comunicado el sábado que Trump "ha dejado claro que Estados Unidos no puede depender de China para fabricar tecnologías críticas".
"Por eso, el presidente ha asegurado billones de dólares en inversiones estadounidenses de las principales empresas tecnológicas del mundo, como Apple, TSMC y Nvidia", declaró. "Siguiendo las instrucciones del presidente, estas compañías están trabajando para trasladar su producción a Estados Unidos lo antes posible".
Guerra comercial entre Estados Unidos y China
China y Estados Unidos han estado negociando aumentos arancelarios durante varios días. El viernes, China anunció que elevaría los aranceles sobre los productos estadounidenses del 84% al 125%. Se esperaba que los aranceles más altos entraran en vigor el sábado, y China declaró que no respondería a futuras subidas arancelarias de Estados Unidos.
Los aranceles universales del presidente Trump contra China ahora alcanzan un total del 145%, después de pausar los aranceles sobre la mayoría de los demás países durante 90 días, tras la caída de los mercados bursátiles globales y la reacción hostil del mercado de bonos a los aranceles. Los expertos habían advertido que estos aumentos incrementaban los riesgos de una recesión y probablemente reavivaría la inflación.
Antes de que la administración otorgara exenciones para los teléfonos inteligentes y productos electrónicos, el popular iPhone de Apple (la mayoría de los cuales se fabrican en China) podría haber experimentado aumentos de precios significativos, dependiendo de cómo responda Apple a los nuevos gravámenes.
Los analistas predicen que el costo podría incrementarse en cientos de dólares. Por ejemplo, el iPhone 16 Pro Max de 256 GB, que actualmente se vende por 1.199 dólares, podría subir a 1.874 dólares, según un análisis de UBS Investment Research del 9 de abril.