La delegación de atletas refugiados paralímpicos, conformada por el sirio Ibrahim Al-Hussein y el iraní Shahrad Nasajpuor, fue recibida oficialmente en la villa olímpica.
Las delegaciones de Chile, Francia e Irlanda también fueron bienvenidas, junto a los deportistas independientes, con fanfarria y música en la plaza del pueblo, a tres días de comenzar la décimo quinta edición de los Juegos Paralímpicos.
El iraní competidor en el lanzamiento de disco mencionó que fue un momento muy emocionante, “especialmente para mí, estoy en mi primera edición de los Juegos Paralímpicos. Estar aquí es fantástico".
El nacido en Irán, con parálisis cerebral, abandonó su país y logró conseguir asilo en Estados Unidos, ahora luchará por conseguir una medalla en la prueba de lanzamiento de disco en la modalidad de F-37.
Por su parte, el sirio tiene parte de su pierna derecha amputada, después de una explosión durante la guerra en su país, además de participar en el relevo de la antorcha olímpica de 2016, disputará las pruebas de natación en los 50m y 100m estilo libre S10 de clase.