¿Te imaginas vivir bajo un mismo techo con un pueblo entero? Pues esto no está alejado de la realidad. Ubicado en Alaska, Whittier es conocido como el "pueblo que vive bajo el mismo techo". Casi toda su población reside en un único complejo: Begich Towers, que también alberga la sede del municipio, una oficina postal, una clínica de salud, una estación de policía, un mercado y una iglesia.
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Begich Towers, el hogar de un pueblo entero
Con apenas 51 kilómetros cuadrados de superficie, solo se puede acceder por barco o a través de un túnel de 4 kilómetros. Este complejo habitacional cuenta con 14 edificios situados en el centro de la ciudad y destaca en un entorno donde la nieve es casi constante, con temperaturas promedio de 0° a -2°.
Dentro de Begich Towers se encuentra todo lo necesario para la vida diaria, lo que permite a los residentes realizar sus gestiones administrativas e ir a la iglesia sin salir del edificio. La escuela es una de las pocas instalaciones fuera del complejo (puedes verla en su página de Facebook), pero está justo al otro lado de la calle. Sin embargo, durante el invierno, su acceso principal se cierra, por lo que tanto profesores como alumnos deben atravesar un túnel subterráneo que conecta con las Begich Towers para llegar a clase.
Según los últimos datos oficiales de 2021, Whittier tenía 271 habitantes, de los cuales casi 200 viven en el complejo, que se ha convertido en un atractivo turístico internacional. En los pisos 13 y 14 se encuentra el único hotel del pueblo, que permanece abierto todo el año. También hay una piscina climatizada y una lavandería comunitaria en otra planta.
En definitiva, el lugar está diseñado para que cualquier punto del edificio pueda ser alcanzado desde cualquier otra parte, por lo que los residentes pueden hacer su vida íntegramente sin salir a la calle.
Origen
El origen de esta localidad se remonta a la Segunda Guerra Mundial, cuando Estados Unidos estableció una base militar en la zona en 1943. Conocida como Camp Sullivan, la base servía como punto de entrada para los soldados destinados a esa región del país. Con el tiempo, muchas familias de militares se mudaron allí, lo que llevó a la construcción de las Begich Towers en 1953 para su residencia.
En la década de 1960, la localidad dejó de ser utilizada como base militar, pero muchas personas decidieron quedarse. En 1972, se adoptó el nombre actual en memoria de un congresista de Alaska que falleció en un accidente aéreo.