Por tercera vez, Los Caciques, el primer equipo de rugby integrado por personas privadas de libertad de Mendoza, jugó fuera de los muros carcelarios. En esta ocasión, el partido se desarrolló en el estadio Malvinas Argentinas, donde enfrentaron a un combinado local llamado Amigos del Rugby, conformado por allegados al deporte de la provincia.
El encuentro contó con árbitros de la Unión de Rugby de Cuyo (URC), dándole un carácter cercano a lo profesional y fortaleciendo la propuesta del programa Rugby e Inclusión, que busca la resocialización a través del deporte. Los jugadores Los Caciques se encuentran alojados en los penales Boulogne Sur Mer, Almafuerte y el Complejo Penitenciario Federal VI de Cuyo, quienes tuvieron la oportunidad de jugar en la cancha más grande de Mendoza.
A través de este tipo de actividades, se busca no solo mejorar las habilidades técnicas de los reos deportistas, sino también reforzar los valores y vínculos que el deporte puede generar en contextos de encierro. Los encuentros, además, son una oportunidad para que los jugadores se enfrenten a desafíos fuera de su entorno habitual, lo que potencia su aprendizaje y crecimiento personal.
Desde sus inicios, Los Caciques ganaron popularidad y apoyo entre los clubes de la provincia, los cuales se han acercado a colaborar desinteresadamente. Según Juan Martín Bar, presidente del equipo, “el rugby es una puerta de entrada a otros valores como la espiritualidad y la introspección”. El dirigente destacó que más de 35 colaboradores activos, junto a instituciones como la Unión de Rugby de Cuyo y el Servicio Penitenciario, apoyan esta iniciativa.
El programa Rugby e Inclusión, nacido en 2016 en Mendoza, sigue los pasos del equipo Los Espartanos, de Buenos Aires, cuyo modelo se replicó en varias cárceles del mundo, logrando reducir la reincidencia y la violencia intramuros.