En su búsqueda de volver a ser el mejor equipo de América, Flamengo clasificó a los cuartos de final de la Copa Libertadores 2024 al dejar en el camino al Bolívar. Si bien perdió 0-1 la noche del jueves en Bolivia, el cuadro carioca hizo valer el 2-0 que cosechó en el partido de ida, disputado en el Estadio Maracaná, para asegurar el pase a la siguiente ronda. Sin embargo, la alegría duró poco. Apenas el equipo aterrizó en Río de Janeiro, la preocupación se apoderó del club. Su entrenador, Tite, fue trasladado de inmediato al hospital después de sufrir un malestar que encendió todas las alarmas.
La visita del Flamengo al Estadio Hernando Siles de La Paz, ubicado a más de 3500 metros sobre el nivel del mar, no solo representó un reto futbolístico, sino también un desafío físico para todos los involucrados. Fue en este contexto donde la salud de Tite, de 63 años, se vio comprometida por la exigente altitud boliviana.
La situación se tornó seria cuando el club emitió un comunicado informando sobre el estado del técnico: “El entrenador Tite se sintió indispuesto y necesitó asistencia del Departamento Médico de los rojinegros. Se detectó una elevación del ritmo cardíaco y arritmia causada por la altitud”. Este tipo de afección es especialmente preocupante en un hombre de su edad y con la presión inherente a su rol.
El Rubro-Negro detalló que Tite fue trasladado de inmediato al Hospital Copa Star, donde se confirmó el diagnóstico de fibrilación auricular. Afortunadamente, el informe médico inicial indicó que no se requeriría cirugía, y el entrenador permanecería hospitalizado para revertir el cuadro con medicación. A pesar de la gravedad del diagnóstico, la estabilidad de Tite brinda cierta calma a los seguidores del Flamengo.
Tite: dolor en el pecho, palpitaciones y dificultad para respirar
El diario brasileño O’Globo ofreció más detalles sobre los momentos previos a la hospitalización. Según el medio, Tite comenzó a experimentar síntomas preocupantes, como dolor en el pecho, palpitaciones y dificultad para respirar, justo después de la conferencia de prensa posterior al partido. A pesar de estos síntomas, que se trataron inicialmente en el vestuario, el técnico decidió acompañar al equipo en el vuelo de regreso a Brasil.
El entrenador brasileño se había sincerado ante los medios sobre el sufrimiento de los últimos días, no solo por la derrota ante Botafogo en el Campeonato Brasileño (4-1), sino también por el impacto que esta situación había tenido en su vida personal. “Mi esposa ha tenido que aguantarme todos estos días... Ella me acogió con mi tristeza, para que ahora pueda tener esta felicidad con ustedes”, confesó.
Flamengo: el show tiene que continuar
A pesar del susto, el ‘Mengao’ sigue adelante con sus compromisos deportivos. En septiembre, el equipo carioca se enfrentará a Peñarol en los cuartos de final de la Copa Libertadores, una llave que podría determinar gran parte de la temporada del equipo.
Además, el calendario no da tregua, ya que en pocos días tendrán que enfrentarse a Bragantino en la Serie A brasileña y a Bahía en los cuartos de final de la Copa de Brasil. Si bien se espera que Tite no esté en el banco para el primer enfrentamiento, el equipo confía en su pronta recuperación.
Por ahora, el Flamengo se ubica en la cuarta posición de la Serie A con 41 puntos, a cinco unidades del líder Botafogo. La situación actual demanda no solo un enfoque deportivo, sino también una atención especial a la salud de su técnico Tite.
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