El Madrid campeón, ya con Endrick y esperando aún a Mbappé, se cruza en New Jersey con el nuevo y joven Barça de Flick en un duelo que promete, como siempre, pasión.

Al Real Madrid le duelen los Clásicos en Estados Unidos. Sus tres enfrentamientos con el Barcelona (2017, 2022 y 2023) los cuenta por derrotas y aunque hace un año Dani Carvajal expresó un aviso finalmente muy certero ("que estén tranquilos, que a la hora de la verdad les pasaremos por encima") Florentino Pérez, presidente plenipotenciario del club merengue que llegó ya a New Jersey, ansía por fin una victoria en un mercado considerado fundamental desde un punto de vista comercial. Y el Barça, que lo sabe tanto como el Madrid, pretende, mantener y ampliar su racha.

"Jugar contra el Madrid es jugar contra el Madrid. Siempre es importante y especial, porque aunque estemos en pretemporada siempre quieres competir" avisó Marc-André ter Stegen durante una entrevista exclusiva con ESPN en Annapolis, antes de anunciar que el partido no será precisamente un amistoso al uso: "Esperamos un partido tenso como siempre".

El nuevo Barça de Hansi Flick, desacomplejadamente joven y falto aún de bastantes piezas (hasta once futbolistas de la primera plantilla no están en la gira por diversos motivos), disfruta de una pretemporada tranquila y, hasta el momento, feliz. "Se hace entender en los entrenamientos, tiene los conceptos claros y estamos en proceso" reveló a ESPN una fuente de la plantilla, destacando el "buen ambiente" que se respira y la ambición de unos futbolistas ansiosos por ganarse la confianza de su nuevo entrenador y demostrarle que no debe ser tan imprescindible acudir al mercado de fichajes como se publica día sí día también en los medios.

Flick ha impuesto una nueva filosofía de trabajo, primando más la preparación física, al menos en las primeras semanas de pretemporada, en un cambio que los jugadores, Balde lo reconoció abiertamente a ESPN, han notado en comparación al pasado más inmediato que personalizó Xavi Hernández.

TENSIÓN

Unos quieren mantener su dominio en Estados Unidos y los otros estrenar su casillero de victorias. Existe una tensión, disimulada todavía, a la espera de lo que pueda suceder en un partido que podría batir el récord de asistencia en un Clásico estadounidense que establecieron los 82.026 espectadores asistentes al AT&T Stadium de Arlington el 29 de julio de 2023. Y que, sin quererlo reconocer abiertamente, es esperado en ambas concentraciones con una tensión especial.

Si el Madrid perdió con el Milan en su estreno de Chicago, los penalties le dieron la victoria al Barça en el suyo contra el Manchester City en Orlando. Y en ese crecimiento que se espera del equipo azulgrana el choque de New Jersey se entiende como una importante piedra de toque que no suponga una decepción que significaría, más que perder, ser arrollado por un Real que se sabe más hecho.

Y en el que, aún, falta Kylian Mbappé...